10.05.2013 Views

EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

102. No olvidéis que el amor <strong>de</strong>l Padre os perdona, pero que <strong>la</strong> mancha a pesar <strong>de</strong>l<br />

perdón, queda impresa en vuestro espíritu y que vosotros tendréis que <strong>la</strong>var<strong>la</strong> con<br />

méritos, correspondiendo así al amor que os perdonó. (293,43-44)<br />

103. Una voz ha venido a <strong>de</strong>spertaros, voz dulce y conso<strong>la</strong>dora que os l<strong>la</strong>ma al Reino<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> Luz y <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida; pero que pue<strong>de</strong> tornarse en justicia si optáis por seguir<br />

profanando vuestro espíritu y <strong>de</strong>soyendo <strong>la</strong> Ley.<br />

104. Al obediente y humil<strong>de</strong>, mi pa<strong>la</strong>bra le dice: "Perseverad, porque mucho<br />

alcanzaréis <strong>de</strong> mi gracia y mucho haréis alcanzar a vuestros hermanos".<br />

105. Al necio le dice mi voz: "Si no aprovecháis esta bendita ocasión, para salir <strong>de</strong>l<br />

cieno <strong>de</strong>l pecado o <strong>de</strong> <strong>la</strong>s tinieb<strong>la</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> ignorancia en que habitáis, veréis pasar los<br />

tiempos y <strong>la</strong>s eras sobre vuestro espíritu, sin saber que fue lo que el Señor trajo en su<br />

mensaje, ni cuáles fueron los dones que a su pueblo reveló".<br />

106. Cierto que para todos habrá un tiempo propicio para salvarse y remontarse a <strong>la</strong>s<br />

alturas, pero ¡Ay <strong>de</strong>l que retar<strong>de</strong> ese día! ¡Ay <strong>de</strong>l que pier<strong>de</strong> <strong>la</strong>s oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

lograr <strong>la</strong> evolución <strong>de</strong> su espíritu por <strong>de</strong>dicarse a lo superfluo <strong>de</strong> este mundo! <strong>El</strong><br />

tiempo que habrá <strong>de</strong> esperar <strong>la</strong> nueva ocasión, no sabe cuan <strong>la</strong>rgo será, ni lo amargo<br />

<strong>de</strong> su restitución.<br />

107. En ello no existe ni <strong>la</strong> menor venganza o el más leve castigo por parte <strong>de</strong>l Padre,<br />

pero sí su más estricta e inexorable justicia.<br />

108. ¿Acaso ahora que me he presentado entre vosotros, sabéis si habéis perdido o<br />

<strong>de</strong>saprovechado anteriores oportunida<strong>de</strong>s y el tiempo que vuestro espíritu ha esperado<br />

para recibir esta nueva ocasión <strong>de</strong> cumplir una misión que hace tiempo le fue<br />

encomendada?<br />

109. ¿Qué sabe vuestro corazón o vuestra mente <strong>de</strong>l pasado <strong>de</strong> su espíritu, <strong>de</strong> su<br />

<strong>de</strong>stino, sus <strong>de</strong>udas, misiones y restituciones? Nada.<br />

110. Es por eso que no <strong>de</strong>béis interceptar el perfeccionamiento <strong>de</strong>l espíritu, ni tentarlo<br />

con el amor a los bienes <strong>de</strong>l inundo. <strong>El</strong> tiene que seguir por otro camino, otros fines,<br />

otros i<strong>de</strong>ales. (279, 16-19)<br />

Advertencia a los pueblos y po<strong>de</strong>rosos <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra<br />

111. ¡Ay <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad si en su corazón no llega a surgir <strong>la</strong> misericordia y <strong>la</strong><br />

caridad! ¡Ay <strong>de</strong> los hombres si no llegan a tener completo conocimiento <strong>de</strong> sus ma<strong>la</strong>s<br />

obras! Su propia mano está <strong>de</strong>satando sobre sí <strong>la</strong> furia <strong>de</strong> los elementos y tratando <strong>de</strong><br />

volcar sobre <strong>la</strong>s naciones el cáliz <strong>de</strong>l dolor y <strong>la</strong> amargura, y cuando estén recogiendo<br />

el resultado <strong>de</strong> su obra, todavía habrá quienes digan: "Es castigo <strong>de</strong> Dios". (57, 82)<br />

112. ¡Ay <strong>de</strong> los pueblos que se obstinasen en su ido<strong>la</strong>tría, en su fanatismo y en su<br />

rutina! No podrán contemp<strong>la</strong>r mi luz, ni sentirán el goce infinito <strong>de</strong>l <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l<br />

espíritu.<br />

113. Ciertamente mi Doctrina conmoverá al mundo, mas, cuando <strong>la</strong> lucha haya<br />

cesado, se sentirá en <strong>la</strong> Tierra <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra paz, aquél<strong>la</strong> que viene <strong>de</strong> mi Espíritu. Sólo<br />

441

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!