10.05.2013 Views

EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

cualquiera que sea <strong>la</strong> condición en que os encontréis, con el fin <strong>de</strong> que sepáis invocar<br />

mi ayuda en los trances más difíciles <strong>de</strong> vuestra vida, sin per<strong>de</strong>r <strong>la</strong> serenidad, el<br />

dominio sobre vosotros mismos, <strong>la</strong> fe en mi presencia y <strong>la</strong> confianza en vosotros. (40,<br />

34 - 35)<br />

213. Contadme en silencio vuestras penas, confiadme vuestros anhelos. Aunque todo<br />

lo sé, quiero que vayáis aprendiendo a formar vuestra propia oración, hasta que<br />

lleguéis a practicar <strong>la</strong> comunicación perfecta <strong>de</strong> vuestro espíritu con el Padre. (110,<br />

31)<br />

214. Os habéis dado cuenta <strong>de</strong>l alcance que tiene <strong>la</strong> oración, y habéis comprendido el<br />

po<strong>de</strong>r tan inmenso que ésta tiene cuando <strong>la</strong> eleváis, tanto para remediar una necesidad<br />

espiritual, como para pedir <strong>la</strong> solución <strong>de</strong> una aflicción material.<br />

215. Recordad que muchas veces os ha bastado pronunciar <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra "Padre", para<br />

que todo vuestro ser se estremezca y vuestro corazón se sienta invadido por el<br />

consuelo que os da su amor.<br />

216. Sabed que cuando vuestro corazón me l<strong>la</strong>ma con ternura, también mi Espíritu se<br />

estremece <strong>de</strong> gozo.<br />

217. Cuando me l<strong>la</strong>máis "Padre", cuando ese nombre brota <strong>de</strong> vuestro ser, en el cielo<br />

se escucha vuestra voz y al arcano le arrancáis algún secreto. (166,49-51)<br />

218. Es menester que aprendáis a pedir, a esperar y a recibir y que nunca os olvidéis<br />

<strong>de</strong> dar lo que os concedo, que es lo que encierra mayor mérito. Orad por los que<br />

mueren día tras día en <strong>la</strong> guerra. Yo conce<strong>de</strong>ré a los que oren <strong>de</strong> limpio corazón, que<br />

antes <strong>de</strong> 1950, todo aquel que haya muerto en <strong>la</strong> guerra, resucite espiritualmente a <strong>la</strong><br />

luz. (84, 53)<br />

219. Hoy sois párvulos y no siempre acertáis a compren<strong>de</strong>r mi lección, mas por lo<br />

pronto hab<strong>la</strong>d a Dios con vuestro corazón, con vuestro pensamiento, y Él os<br />

respon<strong>de</strong>rá <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo más interno <strong>de</strong> vuestro ser. Su mensaje, que hab<strong>la</strong>rá en vuestra<br />

conciencia, será una voz c<strong>la</strong>ra, sabia, amorosa <strong>la</strong> que poco a poco iréis encontrando y<br />

a <strong>la</strong> que más tar<strong>de</strong> os acostumbraréis. (205, 47)<br />

220. No os asombréis ni os escandalicéis si os digo, que todo el esplendor, el po<strong>de</strong>r y<br />

<strong>la</strong> pompa <strong>de</strong> vuestras religiones habrán <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparecer, y que, cuando eso suceda, ya<br />

estará preparada <strong>la</strong> mesa espiritual don<strong>de</strong> vendrán a alimentarse <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s<br />

hambrientas <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> verdad.<br />

221. Muchos hombres, al oír estas pa<strong>la</strong>bras, negarán que sean mías; mas entonces Yo<br />

les preguntaré por qué se indignan y qué es lo que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n. ¿Su vida? Esa Yo <strong>la</strong><br />

<strong>de</strong>fiendo. ¿Mi ley? También Yo velo por el<strong>la</strong>.<br />

222. No temáis, que nadie morirá por mi causa, sólo el mal morirá, porque el bien, <strong>la</strong><br />

verdad y <strong>la</strong> justicia, prevalecerán eternamente. (125, 54 -56)<br />

223. ¿Creéis difícil que este mundo científico y materialista vuelva a sentir<br />

inclinación por <strong>la</strong> espiritualidad? Os digo que no es nada difícil, porque mi po<strong>de</strong>r es<br />

infinito. La elevación, <strong>la</strong> fe, <strong>la</strong> luz y el bien, son para el espíritu una necesidad más<br />

imperiosa que lo que es para vuestro cuerpo el comer, beber y dormir<br />

477

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!