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EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

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hermanos y os amaríais los unos a los otros como Yo os amo: habría en vosotros<br />

bondad, caridad, amor, y por lo tanto unión con el Padre. (23, 5-7)<br />

Reconocimiento <strong>de</strong> los científicos que obran en bien <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad<br />

57. La ciencia humana, es <strong>la</strong> expresión materializada <strong>de</strong> <strong>la</strong> capacidad espiritual que el<br />

hombre ha alcanzado en este tiempo. La obra <strong>de</strong> los hombres en esta era, no es tan<br />

sólo producto <strong>de</strong> <strong>la</strong> mente, sino <strong>de</strong> su evolución espiritual. (106, 6)<br />

58. La ciencia material os ha reve<strong>la</strong>do muchos misterios, sin embargo, nunca esperéis<br />

que sea vuestra ciencia <strong>la</strong> que os revele cuanto tenéis que saber. La ciencia <strong>de</strong> los<br />

hombres <strong>de</strong> estos tiempos, también tuvo sus profetas <strong>de</strong> los cuales <strong>la</strong> humanidad se<br />

mofó y juzgó extraviados <strong>de</strong> <strong>la</strong> mente, mas <strong>de</strong>spués al comprobar el cumplimiento <strong>de</strong><br />

lo que ellos predijeron, os habéis maravil<strong>la</strong>do. (97, 19)<br />

59. No quisieron vuestros ojos contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> luz que como mensaje <strong>de</strong> amor os<br />

trajeron cada uno <strong>de</strong> mis enviados, así les l<strong>la</strong>méis profetas, vi<strong>de</strong>ntes, iluminados,<br />

doctores, filósofos, científicos o pastores.<br />

60. Esos hombres han bril<strong>la</strong>do y no habéis querido ver su luz, han ido <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong><br />

vosotros y no habéis querido seguir sus pasos; os <strong>de</strong>jaron el ejemplo <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong>l<br />

sacrificio, <strong>de</strong>l dolor, <strong>de</strong> <strong>la</strong> caridad y tuvisteis miedo <strong>de</strong> imitarles, sin saber que el dolor<br />

<strong>de</strong> los que me siguen es alegría <strong>de</strong>l espíritu, es camino <strong>de</strong> flores y horizonte lleno <strong>de</strong><br />

promesas.<br />

61. <strong>El</strong>los no vinieron a aspirar el aroma <strong>de</strong> <strong>la</strong>s flores <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, ni a embriagarse en<br />

los p<strong>la</strong>ceres fugaces <strong>de</strong>l mundo, porque <strong>la</strong> aspiración <strong>de</strong> su espíritu ya no era hacia lo<br />

impuro, sino hacia lo elevado.<br />

62. Sufrieron, pero no buscaron ser conso<strong>la</strong>dos, porque sabían que habían venido para<br />

conso<strong>la</strong>r. No esperaban nada <strong>de</strong>l mundo, porque estaban esperando para <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

lucha, <strong>la</strong> alegría <strong>de</strong> contemp<strong>la</strong>r <strong>la</strong> resurrección a <strong>la</strong> fe y a <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> los espíritus, <strong>de</strong><br />

todos aquéllos que habían muerto a <strong>la</strong> verdad.<br />

63. ¿Quiénes son estos seres <strong>de</strong> los que os hablo? Os digo que se trata <strong>de</strong> todos<br />

aquellos que os han traído mensajes <strong>de</strong> luz, <strong>de</strong> amor, <strong>de</strong> esperanza, <strong>de</strong> salud, <strong>de</strong> fe, <strong>de</strong><br />

salvación. No importa el nombre que hayan tenido, ni el camino por don<strong>de</strong> les hayáis<br />

visto aparecer, ni el título que en <strong>la</strong> Tierra hayan ostentado. (263, 20 -24)<br />

64. Yo no <strong>de</strong>sconozco a los hombres <strong>de</strong> ciencia, puesto que <strong>la</strong> misión que<br />

<strong>de</strong>sempeñan se <strong>la</strong>s he dado Yo, pero muchos <strong>de</strong> ellos han faltado a <strong>la</strong> oración, a <strong>la</strong><br />

caridad y a <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong> espíritu para ser los verda<strong>de</strong>ros doctores <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad.<br />

(112,25)<br />

65. Los hombres <strong>de</strong> ahora han extendido sus dominios, señorean y cruzan toda <strong>la</strong><br />

tierra; ya no hay continentes, tierras, ni mares ignorados; han trazado caminos por<br />

tierra, por mar, por aire, y no conformes con lo que en su p<strong>la</strong>neta poseen como<br />

heredad, son<strong>de</strong>an y escrutan el firmamento en busca <strong>de</strong> mayores dominios.<br />

66. Yo bendigo en mis hijos el anhelo <strong>de</strong> saber y me es infinitamente grata su<br />

ambición <strong>de</strong> ser sabios, gran<strong>de</strong>s y fuertes; mas lo que no aprueba mi justicia, es <strong>la</strong><br />

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