PLAN DE DESARROLLO 2004-2011 SANCIONADO - Incoder

Sumado a la población en situación de pobreza, existen grupos que por características propias de su ciclo de vida, género o
por tener diferentes tipos de limitaciones, se consideran en situación de vulnerabilidad; se trata de los niños, niñas,
adolescentes, jóvenes, adultos mayores, mujeres y personas con discapacidad.
En el Departamento, se presentan problemas que afectan a los niños, niñas y adolescentes; algunos de ellos ya se
mencionaron; tal es el caso de las enfermedades infecciosas, en especial IRA, EDA y parasitismo intestinal; caries dental,
mortalidad materna y la mortalidad infantil.
De igual manera se hizo referencia a las debilidades en el sector educativo; las coberturas de educación en sus diferentes
niveles, los problemas de calidad y la falta de pertinencia, entendida como la formación en habilidades para vivir, para
integrarse social y económicamente al mundo.
De otra parte, Nariño registra unos elevados índices de desnutrición infantil, el 20.4% de los niños y niñas menores de cinco
años presenta desnutrición crónica, el 12,8% desnutrición global y el 5.6% desnutrición aguda superando de manera
preocupante los promedios nacionales que se encuentran en el 12.5%, en 7% y 1.3%, respectivamente. (Cuadro No. 101)
A pesar de que no existe un sistema de vigilancia epidemiológica de la situación alimentaria y nutricional que esté
implementándose en el país, el Instituto Departamental de Salud de Nariño, a partir de la demanda de servicios de salud de
la población infantil tiene un registro de desnutrición aguda y global en la mayor parte de los municipios. (Cuadro No. 102)
En relación a la identificación, 68.870 personas menores de 19 años que equivalen al 10,5% del total de personas en este
rango de edad no tienen documento de identidad, limitando así su acceso a los servicios sociales básicos.
Hay que anotar que la formulación participativa de la política departamental de adolescencia y juventud generó un proceso
interesante, sin embargo se considera que aún son insuficientes y débiles tanto las metodologías, los mecanismos como los
espacios que promueven la participación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en los asuntos de su interés; lo anterior se
refleja, entre otras cosas, en que únicamente 3 de los 64 municipios tienen conformados consejos de juventud y aún no se
ha constituido el departamental.
Se reconoce la falta de oportunidades para los adolescentes y jóvenes de menores recursos; el bajo acceso a educación
técnica, tecnológica y profesional, la baja pertinencia en la educación media que no les brinda mayores opciones laborales o
de generación de sus propios ingresos, el limitado apoyo al emprendimiento juvenil, hacen que muchos, sin posibilidades
claras para un proyecto de vida, opten por asumir dinámicas perjudiciales para ellos y ellas, sus familias y la sociedad.
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