susana wesley - Igreja Metodista de Vila Isabel
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Aunque muchas veces estaba imposibilitada <strong>de</strong> moverse por sus frecuentes enfermeda<strong>de</strong>s, no<br />
se excusaba <strong>de</strong> cumplir con su obligación <strong>de</strong> madre cristiana y empeñábase entonces en<br />
escribir largas cartas a su Samuel o a Juan o a Susana o a Carlos. Aún <strong>de</strong>spués que ellos se<br />
casaron y tuvieron grados académicos, continuó su ministerio paciente y epistolar<br />
exhortándolos a vivir siempre junto al Señor y a servirle. De su parte los hijos frecuentemente<br />
consultábanla cuando se les presentaba algún asunto importante que resolver. Más <strong>de</strong> una vez<br />
ayudó a Juan en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su movimiento religioso. Especialmente útil fue su consejo<br />
cuando en las Socieda<strong>de</strong>s <strong>Metodista</strong>s se inició la predicación laica. Su palabra discreta y<br />
serena muy a menudo evitó que su hijo Juan, llevado por el impulso <strong>de</strong>l momento, tomara<br />
resoluciones precipitadas.<br />
Vale la pena notar que <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> cada gran hombre <strong>de</strong> la historia casi invariablemente uno<br />
<strong>de</strong>scubre el corazón gran<strong>de</strong>, piadoso y amoroso <strong>de</strong> una madre consagrada.<br />
Su fe en Dios y en Cristo era maravillosa. Nada ni nadie podía separar a su corazón <strong>de</strong> la<br />
compañía <strong>de</strong> Dios. Fue mujer que mucho sufrió, pero tanto ella como su esposo, nunca<br />
olvidaron que Dios era su fortaleza y salvación. Creía firmemente en la eficacia <strong>de</strong> la oración<br />
intercesora. Y oraba con sus hijos cuando vivían a su lado y por ellos cuando hallábanse<br />
ausentes, <strong>de</strong>dicando siempre mucho tiempo a sus <strong>de</strong>vociones. Era muy or<strong>de</strong>nada, meticulosa<br />
y severa en muchos <strong>de</strong> sus métodos. Acerca <strong>de</strong> eso escribió en cierta ocasión:<br />
"Cuando era joven y <strong>de</strong>dicaba <strong>de</strong>masiado tiempo en diversiones infantiles, resolví no pasar en<br />
pasatiempos ni por un solo día, más <strong>de</strong> lo que yo pudiera <strong>de</strong>dicar a mis <strong>de</strong>vociones<br />
personales".<br />
Alguien que la conoció muy íntimamente escribió:<br />
"La gracia manifestábase en todos sus pasos, el celo reflejábase en sus hijos y cada gesto<br />
suyo expresaba divinidad y amor".<br />
En sus empresas era porfiada y perseverante. Un inci<strong>de</strong>nte basta para ilustrar esa su<br />
característica. Un día el esposo la había estado observando mientras ella instruía a uno <strong>de</strong> los<br />
hijos. En un momento dado interrumpióla para <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>:<br />
"Admírome <strong>de</strong> tu paciencia. Dijiste a aquel niño veinte veces la misma cosa". A eso ella<br />
contestó: "Si yo me hubiese contentado con <strong>de</strong>círsela solamente diecinueve lo habría perdido<br />
todo. Pudiste constatar que fue solamente la vigésima la que coronó mi trabajo". (11)<br />
Muy posiblemente su religión podría parecer a veces <strong>de</strong>masiado mecánica y formal. Sin<br />
embargo la impregnaba una fe y una esperanza portadoras <strong>de</strong> muchas bendiciones morales y<br />
espirituales. Sin duda que es mejor tener un método, a no tener ninguno y olvidarse <strong>de</strong> los<br />
dictámenes <strong>de</strong> una vida religiosa. El mundo es por cierto más rico, en lo relativo a los valores<br />
morales y espirituales, por la vida que llevó esa mujer piadosa y heroica, cuyas virtu<strong>de</strong>s se<br />
manifestaron y <strong>de</strong>sarrollaron tan meritoriamente en el seno <strong>de</strong> su casa y familia. Uno <strong>de</strong> los<br />
estudiosos <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l metodismo hizo sobre su carácter este elogioso comentario:<br />
"Heme familiarizado con muchas mujeres piadosas y he leído la vida <strong>de</strong> otras, pero <strong>de</strong> una<br />
mujer como ésa, hecha y <strong>de</strong>recha, nunca he oído hablar, tampoco he leído que existiera y<br />
jamás he venido en contacto con una <strong>de</strong> tal magnitud. Sólo Salomón <strong>de</strong>scribió al final <strong>de</strong> sus<br />
Proverbios a una tal como ésta y adoptando sus palabras, puedo <strong>de</strong>cir: Muchas hijas han<br />
obrado virtuosamente, pero Susana Wesley las ha sobrepujado a todas'." (12)<br />
Ella en verdad fue una <strong>de</strong> esas almas que muy raras veces pasan entre nosotros y cuyas vidas<br />
exhalan la Íntima gracia divina: amando, sirviendo y sufriendo en noble silencio.<br />
¡Bienaventurada sea su memorial<br />
(1) Stevenson, G. J., Op. Cit., pág. 158.<br />
(2) Me Tyeire, H.N.: "History of Methodism", pág. 20, nota.<br />
(3) Por el autor <strong>de</strong> "Wesley and his Friends". Pág. 20.<br />
(4) Stevenson, G. J., Op. Cit., pág. 104.