susana wesley - Igreja Metodista de Vila Isabel
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alcanzado un grado tal <strong>de</strong> perfección capaz <strong>de</strong> eximirle <strong>de</strong> toda vigilancia y disciplina personal,<br />
aunque creía firmemente que la voluntad <strong>de</strong> Dios es po<strong>de</strong>rosa para convertir a un pecador en<br />
un santo integral. Como vemos, nada hay <strong>de</strong> realmente nuevo en la "teología" <strong>de</strong> Juan<br />
Wesley, sino un subrayar <strong>de</strong> elementos que <strong>de</strong>bieran estar siempre a flor <strong>de</strong> la conciencia<br />
cristiana. Uno <strong>de</strong> los obispos <strong>de</strong> la Iglesia <strong>Metodista</strong>, al consi<strong>de</strong>rar la naturaleza <strong>de</strong>l<br />
metodismo, escribió:<br />
"No fue una nueva doctrina, sino una nueva vida lo que los primeros metodistas buscaron para<br />
sí y los <strong>de</strong>más. Conseguir que tuviera realidad, en el corazón y la conducta <strong>de</strong> los hombres, el<br />
verda<strong>de</strong>ro i<strong>de</strong>al <strong>de</strong>l Cristianismo y mantener la experiencia personal <strong>de</strong>l mismo y exten<strong>de</strong>rla a<br />
otros -eso era su propósito-. La controversia <strong>de</strong> ellos no era con la Iglesia o las autorida<strong>de</strong>s<br />
estatales, sino con el pecado y Satanás. Su único objetivo era el <strong>de</strong> salvar almas." (6)<br />
En conexión con esto, cabe aquí consignar la propia opinión <strong>de</strong> Wesley: "Creo que el Dios<br />
misericordioso lleva más en consi<strong>de</strong>ración la vida y la manera <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> los hombres que sus<br />
i<strong>de</strong>as. Creo que acepta más la bondad <strong>de</strong>l corazón que la gloria <strong>de</strong>l mundo."<br />
Esta <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> Wesley revela a<strong>de</strong>más que él era muy tolerante, en cuanto a i<strong>de</strong>as<br />
teológicas. Aunque sea importante lo que uno piensa, es más importante aún lo que uno es.<br />
Decía también: "Diez mil opiniones pue<strong>de</strong>n separarnos, pero si tu corazón es cual el mío<br />
estrecha mi mano porque somos hermanos."<br />
Tal vez no sea indicado que en esta época hagamos las cosas <strong>de</strong> la misma manera con que<br />
ese gran hombre las llevaba a cabo, ni sea recomendable usar las mismas figuras <strong>de</strong><br />
pensamiento al presentar el Evangelio. No obstante, el movimiento metodista nos legó<br />
características que son <strong>de</strong> valor permanente y que jamás podremos ignorar o <strong>de</strong>spreciar,<br />
porque en realidad emanan no <strong>de</strong> la mente o voluntad <strong>de</strong> Juan Wesley, sino <strong>de</strong> la mente y<br />
voluntad <strong>de</strong> Cristo, quien nos or<strong>de</strong>nó que fuéramos por todo el mundo predicando el Evangelio<br />
a toda criatura.<br />
Anualmente nuestros hermanos metodistas <strong>de</strong> Inglaterra eligen un presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> su<br />
Conferencia Anual. Al asumir su cargo el nuevo presi<strong>de</strong>nte, recibe <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong>l saliente<br />
un pequeño libro gastado como símbolo <strong>de</strong> autoridad: es el Nuevo Testamento que Juan<br />
Wesley usaba en sus predicaciones al aire libre, cuando las muchedumbres que no hallaban<br />
cabida en los templos venían a él para oír la Palabra <strong>de</strong> Dios. Simbólicamente nosotros<br />
recibimos también <strong>de</strong> sus manos ese Libro Santo para que pasemos, con la misma pasión y<br />
urgencia, su contenido a las almas afligidas y a los corazones extraviados.<br />
No po<strong>de</strong>mos vivir <strong>de</strong> una tradición por muy heroica que sea. En nosotros mismos<br />
tenemos que oír la urgencia inquietante <strong>de</strong>l “¡Ay <strong>de</strong> mí si yo no predicare el Evangelio!"<br />
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(1) Beal, William Rev., citado por Stevenson, G. J., Op. Cit., Pág. 16.<br />
(2) Stevens, A., "History of Methodism" , Vol. 1, págs. 59, 60.<br />
(3) "A New History of Methodism", editado por Townsend, W. J. y otros, Vol. 1, pág. 200.<br />
(4) "A New History of Methodism", Vol. 1, pág. 178<br />
(5) Op. Cit., Vol. I, Pág. 370-371<br />
(6) Mc Tyeire, H. N., "History of Methodism", Pág. 13.