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susana wesley - Igreja Metodista de Vila Isabel

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"Puedo trabajar con estas mis manos en mi oficio tan bien como cualquier otro en Inglaterra y<br />

usted lo sabe". (14)<br />

Sin embargo, fue enviado a otro pueblo llamado Brad­ford. Al <strong>de</strong>jar Halifax, muchos <strong>de</strong>l común<br />

<strong>de</strong>l pueblo lloraban y oraban por él mientras pasaba por las calles. Y él les dijo: "No temáis,<br />

Dios tiene sus caminos hasta en el torbellino y Él <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rá mi causa. Solamente orad por mí<br />

que mi fe no falle". (15)<br />

En Bradford, antes <strong>de</strong> que fuera enrolado en el ejér­cito, fue puesto por una noche en una<br />

inmunda prisión. Recuerda él: "Olía como si fuese un chiquero, pero mi alma estaba tan llena<br />

<strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Dios que era como un paraíso para mí". (16)<br />

No tenía dón<strong>de</strong> sentarse y la cama era un montón <strong>de</strong> paja. Hasta sus enemigos inter­cedieron<br />

por él y suplicaron a las autorida<strong>de</strong>s a que se lo <strong>de</strong>jasen llevar para darle <strong>de</strong> comer en sus<br />

casas. Como las autorida<strong>de</strong>s no accedieron a ese pedido, lleváronle comida, vela yagua y le<br />

hicieron llegar esas cosas a través <strong>de</strong> un agujero que había en la puerta <strong>de</strong> su celda. La gente<br />

permaneció <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong> afuera y lo acompañó durante casi toda la noche entonando cánticos.<br />

Él dividió lo que habían traído con un pobre prisionero que compartía esa pocilga.<br />

Su esposa vino a la mañana siguiente para animarlo en su <strong>de</strong>sgracia. Ella tenía dos hijos a<br />

quienes sostener y estaba esperando otro pronto. Sin embargo, dirigióle la palabra a través <strong>de</strong>l<br />

agujero <strong>de</strong> la puerta en estos términos:<br />

"No temas, la causa es <strong>de</strong> Dios, es por ella que estás aquí y El te <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rá. Por lo tanto' no te<br />

preocupes por mí y nuestros hijos, porque Aquél que alimenta a las aves nos tendrá en cuenta.<br />

El te dará fuerza en aquel día. Y <strong>de</strong>spués que hayamos sufrido un poco, él perfeccionará lo que<br />

estuviere incompleto en nuestras almas y nos llevará para don<strong>de</strong> los malos cesarán <strong>de</strong><br />

importunamos y los cansados hallarán reposo." (17)<br />

A eso le contestó:<br />

"No, no puedo temer; no, no puedo temer ni al hombre ni al diablo mientras yo sienta el amor<br />

<strong>de</strong> Dios como lo siento ahora." (18)<br />

Tiempo <strong>de</strong>spués recuperó la libertad y continuó en­tonces con sus peregrinaciones<br />

evangelísticas, predican­do todavía con más po<strong>de</strong>r, enfrentando a toda oposición que se le<br />

hacía y establecióse nuevamente en Birstal, <strong>de</strong>l que hizo su centro <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s, dado que<br />

allí era muy estimado por el pueblo. Su ministerio duró treinta y tres años.<br />

Murió repentinamente en una <strong>de</strong> sus jiras evangelísticas. Su cuerpo fue llevado en proce­sión<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> Leeds hasta Birstal. Se cuenta que el cortejo fúnebre que ocupaba en la carretera cosa<br />

<strong>de</strong> media milla entonaba himnos <strong>de</strong> Carlos Wesley. Nunca se vio a un hombre que fuera tan<br />

estimado en su propio pueblo como él.<br />

Desafortunadamente no po<strong>de</strong>mos exten<strong>de</strong>mos en más <strong>de</strong>talles, pero esperamos que los<br />

inci<strong>de</strong>ntes narrados <strong>de</strong>jen en la mente y en el corazón <strong>de</strong> los lectores una impresión profunda,<br />

en cuanto a la calidad <strong>de</strong> hombres que el metodismo primitivo supo acuñar para la gloria <strong>de</strong><br />

Dios y. la extensión <strong>de</strong> su Reino. Ciertamente Nelson merece el elogio que uno <strong>de</strong> sus<br />

biógrafos nos <strong>de</strong>jó:<br />

"De tal fibra era Juan Nelson, un hombre <strong>de</strong> las filas más humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Inglaterra, mas cuyo<br />

corazón valiente e integridad inconmovible habíanle habili­tado a tomar un lugar entre los<br />

mártires más nobles, si para eso él hubiese sido llamado.<br />

Su ferviente piedad, su constante abnegación y ener­gía sajona hiciéronle uno <strong>de</strong> los apóstoles<br />

<strong>de</strong>l meto­dismo primitivo. Su magnanimidad natural, sen­tido común, clara aprehensión <strong>de</strong> las<br />

Escrituras, estilo fácil y maneras simples, hiciéronle uno <strong>de</strong> los predicadores más favoritos e<br />

idóneos entre un grupo al que pocos clérigos educados hubiesen podido alcanzar." (19)<br />

Ciertamente a la vez nos admira el espíritu heroico <strong>de</strong> la esposa <strong>de</strong> Juan Nelson, ante la<br />

prisión cuando instábale a que fuese fiel a su vocación <strong>de</strong> cristiano. Sin embargo ella es tan<br />

solamente una muestra <strong>de</strong>l espí­ritu heroico <strong>de</strong> la mujer metodista <strong>de</strong> esa época lejana.

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