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susana wesley - Igreja Metodista de Vila Isabel

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CAPÍTULO QUINTO.<br />

EL HIJO DE UN TABERNERO<br />

"¡Oh, por un po<strong>de</strong>r igual a mi voluntad!<br />

Desearía volar <strong>de</strong> polo a polo anunciando<br />

el Evangelio sempiterno <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios!"<br />

Jorge Whitefield.<br />

Es difícil medir las proyecciones <strong>de</strong> bien moral y espiritual resultantes <strong>de</strong> las reuniones que los<br />

Wesley, y algunos pocos <strong>de</strong> sus condiscípulos, tuvieron en el lla­mado "Club Santo", cuya<br />

existencia prolongóse por cerca <strong>de</strong> ocho años (1728-1735).<br />

Pero seguramente el resultado más positivo y permanente, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lo que ese círculo<br />

piadoso aportó a la vida <strong>de</strong> los fundadores <strong>de</strong>l metodismo, ninguno podrá compararse a la<br />

influencia que ejerció en la vida y obra <strong>de</strong> un estudiante pobre, quien en 1732 penetró con<br />

temor y temblor por los umbrales <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Oxford, matriculándose en el colegio <strong>de</strong><br />

Pembroke.<br />

Su nombre era Jorge Whitefield. Nació el 16 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1714, en la localidad <strong>de</strong><br />

Gloucester, Inglaterra, en la taberna "Bell".<br />

Por cierto que ése no fue un medio ambiente muy<br />

propicio para la formación <strong>de</strong> su carácter juvenil,<br />

pues­to que una taberna en esos días era todavía<br />

mucho peor a las que se encuentran en los barrios<br />

bajos <strong>de</strong> todas las gran<strong>de</strong>s ciuda<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>rnas. Si,<br />

como <strong>de</strong>cía Juan y Carlos Wesley, ellos eran<br />

“tizones arrancados <strong>de</strong>l fuego”, ciertamente Jorge,<br />

más que esos dos hermanos, fue un tizón<br />

arrancado <strong>de</strong>l infierno.<br />

Sin embargo, aun cercado por una atmósfera<br />

completamente insana, en su alma se manifestaba<br />

una extraña inquietud por las cosas superiores <strong>de</strong>l<br />

espíritu y en el Diario que más tar<strong>de</strong> escribiera nos<br />

cuenta que muy a menudo se extralimitaba en<br />

ejercicios espirituales, aunque cayera <strong>de</strong> tar<strong>de</strong> en<br />

tar<strong>de</strong> bajo la influencia <strong>de</strong> su medio ambiente. De<br />

su Diario po<strong>de</strong>mos recoger algunos vislumbres <strong>de</strong> su vida, antes <strong>de</strong> iniciarse como estudiante<br />

uni­versitario. Entre sus datos autobiográficos encontramos los siguientes:<br />

"Mi padre y mi madre mantenían la taberna llamada "Bell". El primero murió cuando yo tenía<br />

dos años <strong>de</strong> edad. Ella todavía vive y me ha con­tado muchas veces cuánto soportó durante<br />

catorce meses <strong>de</strong> enfermedad, <strong>de</strong>spués que me trajo al mun­do. Acostumbraba a <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

que yo era un párvulo, que ella esperaba alguna consolación dé mi parte más que <strong>de</strong> cualquier<br />

otro <strong>de</strong> sus hijos. Esto, y bajo las circunstancias <strong>de</strong> haber nacido yo en una taberna, me ha sido<br />

muchas veces útil para esforzarme por venir al encuentro <strong>de</strong> las esperan­zas <strong>de</strong> mi madre,<br />

siguiendo <strong>de</strong> esta manera el ejemplo <strong>de</strong> mi Salvador, quien nació en un pesebre junto a una<br />

posada." (1)<br />

Naturalmente Whitefield escribió esto <strong>de</strong>spués que hubo alcanzado un grado <strong>de</strong> vida muy<br />

superior al que estaba acostumbrado, al encontrarse en posesión <strong>de</strong> un título universitario y al<br />

ser ya recipiente privilegiado <strong>de</strong> ór<strong>de</strong>nes eclesiásticas. De los días <strong>de</strong> su infancia y juventud no<br />

conservaba muy grata memoria:

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