susana wesley - Igreja Metodista de Vila Isabel
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sí mismo satisfacer la sed <strong>de</strong> estar en comunión con el Dios <strong>de</strong> la gracia y la misericordia,<br />
<strong>de</strong>bía sentirlo sin temerlo y adorarle sin temblar ante su presencia, sabiendo que el yo, "mi yo",<br />
tal cual uno lo siente ser, ha sido perdonado y rehecho por Dios, arrancado <strong>de</strong>l piélago <strong>de</strong> la<br />
muerte para vivir ante la esperanza <strong>de</strong> un mañana <strong>de</strong> inextinguible ventura junto a Dios.<br />
Aún en el caso <strong>de</strong> la elección, el recipiente <strong>de</strong> ella <strong>de</strong> alguna manera <strong>de</strong>be tener conciencia <strong>de</strong><br />
que Dios le ha elegido y <strong>de</strong> que por esa elección se convierte en vaso digno <strong>de</strong> la gracia. No<br />
que <strong>de</strong>ba hacer algo capaz <strong>de</strong> pagar la gracia <strong>de</strong> Dios, puesto que no tiene precio, sino <strong>de</strong><br />
correspon<strong>de</strong>r a la gracia con una vida que sea para "Su gloria".<br />
2. Seguíase a eso la convicción <strong>de</strong> que para permanecer en el estado <strong>de</strong> salvación y gracia,<br />
era necesario que la dirección constante <strong>de</strong>l Espíritu Santo se manifestara en la vida <strong>de</strong>l<br />
individuo y la Iglesia. Su dirección es mucho más necesaria que la tradición y la costumbre,<br />
porque uno pue<strong>de</strong> seguir una y otra insensiblemente, sin que el corazón y la conciencia nada<br />
tengan que <strong>de</strong>cir y sentir.<br />
El Espíritu Santo es la acción continua <strong>de</strong> Dios en la' vida redimida <strong>de</strong>l individuo y la Iglesia. Es<br />
lo <strong>de</strong> Cristo, cuando dice: "Apartados <strong>de</strong> mí nada podéis hacer". Es lo <strong>de</strong>l pámpano que tiene<br />
que estar unido a la vid, para que produzca fruto y fruto permanente y abundante. El<br />
testimonio y la presencia <strong>de</strong>l Espíritu Santo no son tan solamente necesarios sino<br />
imprescindibles, el "sine qua non" en la vida <strong>de</strong>l creyente.<br />
3. Existía la convicción, por lo menos entre la mayoría <strong>de</strong> ese movimiento, <strong>de</strong> que cada<br />
persona está naturalmente, inevitablemente expuesta a la acción salvadora <strong>de</strong> Dios; esto es,<br />
que nadie está excluido <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> convertirse <strong>de</strong> un hijo <strong>de</strong> las tinieblas en un hijo <strong>de</strong><br />
la luz. De un pecador a un hijo <strong>de</strong> Dios.<br />
Esta fue la "re-<strong>de</strong>mocratización" <strong>de</strong>l Evangelio, la apelación soberana en esa extraordinaria<br />
cruzada que buscaba rescatar a los más <strong>de</strong>stituidos, ignorantes y abandonados al margen <strong>de</strong><br />
los que consi<strong>de</strong>rábanse a sí mismos los "elegidos y privilegiados". La misericordia divina no<br />
tiene límites o favoritismos <strong>de</strong> cualquier especie o regiones don<strong>de</strong> se manifiesta más o menos.<br />
Si Juan Wesley podía <strong>de</strong>cir: "¡Mi parroquia es el mundo entero!", fue porque <strong>de</strong>scubrió que<br />
primeramente esa parroquia <strong>de</strong>l mundo entero era parroquia <strong>de</strong> Dios, así como ya lo dijera<br />
Cristo a los fariseos <strong>de</strong> sus días cuando les contó las parábolas <strong>de</strong> la oveja, la moneda y el hijo<br />
perdido. ¿Qué diremos entonces <strong>de</strong> aquellos que <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l movimiento creían en la elección<br />
divina?<br />
Ya dijimos cómo Whitefield, en teología pensaba como pre<strong>de</strong>stinatario, mas en su obra <strong>de</strong><br />
evangelización actuaba como arminiano. A<strong>de</strong>más era creencia suya, y <strong>de</strong> aquellos que como<br />
él pensaban, que era menester <strong>de</strong>spertar la conciencia <strong>de</strong> los elegidos, para que pudiesen<br />
aprovechar la anchura y la profundidad <strong>de</strong> la gracia <strong>de</strong> Dios aún en la tierra. De allí también la<br />
urgencia <strong>de</strong> la predicación en los que creían en la elección divina.<br />
4,. Las Sagradas Escrituras eran primeramente la Única base e instrumento para la salvación y<br />
luego su uso se relacionaba con el cultivo <strong>de</strong> la piedad cristiana. En todas partes este <strong>de</strong>spertar<br />
religioso era siempre seguido <strong>de</strong> un interés inmediato por un conocimiento más cabal <strong>de</strong> las<br />
Sagradas Escrituras en cuanto a su carácter <strong>de</strong>vocional e instructivo.<br />
De allí que se hiciese hincapié en la urgencia <strong>de</strong> su lectura, exposición y divulgación. Las<br />
predicaciones, los cultos familiares, las reuniones <strong>de</strong> oración y <strong>de</strong> profundización espiritual<br />
siempre se escudaban en el testimonio <strong>de</strong> las Escrituras y en su autoridad final en la<br />
<strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la conducta. Esa búsqueda y exacta comprensión <strong>de</strong> las Escrituras<br />
<strong>de</strong>pendían <strong>de</strong> la iluminación <strong>de</strong>l Espíritu Santo, que según su enten<strong>de</strong>r era el único instrumento<br />
capaz <strong>de</strong> abrir el secreto <strong>de</strong> la sabiduría <strong>de</strong>l texto sagrado. Los predicadores itinerantes salían<br />
con sus alforjas repletas <strong>de</strong> Biblias, porciones <strong>de</strong> la misma y <strong>de</strong> libros que pudiesen ilustrar y<br />
aplicar su contenido.<br />
5. Existía en todos ellos la necesidad <strong>de</strong> una relación más íntima con Dios y la convicción <strong>de</strong><br />
que tenían que arrepentirse cabalmente <strong>de</strong> su pasado. Esa convicción llevaba a algunos <strong>de</strong><br />
ellos a un estado <strong>de</strong> profunda tristeza y agonía por sentirse en una condición <strong>de</strong> absoluta