12.05.2013 Views

susana wesley - Igreja Metodista de Vila Isabel

susana wesley - Igreja Metodista de Vila Isabel

susana wesley - Igreja Metodista de Vila Isabel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

que fue. Sólo la gracia inmerecida <strong>de</strong> Dios le salvó y arrebató, literalmente hablando, <strong>de</strong> uno <strong>de</strong><br />

los círculos más infernales <strong>de</strong> la tierra. Teóricamente, predicaba para que aquellos que habían<br />

sido elegidos <strong>de</strong>spertasen a la realidad <strong>de</strong> su elección y no menospreciasen, en su ignorancia,<br />

la gracia divina que los distinguiera con su favor. Sin embargo no era muy consecuente con su<br />

teología y predicaba como si todos hubiesen sido elegidos para la salvación.<br />

Esa diferencia teológica lo distanció por algún tiempo <strong>de</strong> los Wesley, distanciamiento que se<br />

produjo principal­mente por la publicación <strong>de</strong> un sermón <strong>de</strong> Juan Wesley sobre la "Gracia<br />

Gratuita" y la réplica que al mismo había hecho Whitefield en una carta, la que se publicó sin su<br />

conocimiento, pero que fue causa para que en 1741 se enar<strong>de</strong>cieran los ánimos y se suscitara<br />

una agria controversia entre los amigos y camaradas. A pesar <strong>de</strong> todo ese distanciamiento no<br />

duraría permanentemente, aunque fuera causa principal <strong>de</strong> una primera división en el<br />

movimiento. Cuando en 1770 Inglaterra supo <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Whitefield, pues murió en las<br />

colonias inglesas <strong>de</strong> América, Juan Wesley predicó un sermón a su memoria haciendo una<br />

apología conmovedora y encomiástica <strong>de</strong> su antiguo camarada.<br />

A pesar <strong>de</strong> que su gran talento fue ser un predicador evangelístico, uno <strong>de</strong> los intereses<br />

capitales <strong>de</strong> su minis­terio se concretó en el establecimiento <strong>de</strong> un orfanato que fundó al<br />

comenzar su obra en América, en Savan­nah, Georgia, y al cual impuso el nombre <strong>de</strong><br />

"Bethesda". Esta empresa costóle mucho trabajo, afanes, viajes, disgustos y controversias.<br />

Nunca se supo precisa­mente cuántos niños y jovencitos se beneficiaron con esa institución,<br />

por cuya existencia luchó noblemente hasta casi el fin <strong>de</strong> su vida y cuyo establecimiento y<br />

sostén fue en gran parte <strong>de</strong>bido a su oratoria.<br />

Benjamín Franklin que era amigo <strong>de</strong> Whitefield, sin participar por ello <strong>de</strong> sus sentimientos<br />

religiosos, pues se estilaba cual "libre pensador", publicó muchos <strong>de</strong> sus escritos y le ayudó en<br />

otras empresas. Sin embargo no estuvo <strong>de</strong> acuerdo con Whitefield <strong>de</strong> que se abriera ese<br />

orfanato en Georgia, dado que allí faltaban materiales y obreros para llevar a cabo un proyecto<br />

<strong>de</strong> tan alto vuelo, como el que el evangelista proyectaba. Este se encaprichó en abrirlo en<br />

Georgia, por lo que Franklin le negó su apoyo. Pero cuando Whitefield celebró en Fila<strong>de</strong>lfia,<br />

ciudad don<strong>de</strong> vivía Franklin, una asamblea para levantar dinero para esa institución, éste<br />

resolvió ir para escucharle, pero con la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> no con­tribuir ni con un centavo a la<br />

empresa. Lo que sucedió en esa reunión lo <strong>de</strong>scribe FrankIin así:<br />

"Yo tenía en mi bolsillo un puñado <strong>de</strong> monedas <strong>de</strong> cobre, tres o cuatro dólares <strong>de</strong> plata y cinco<br />

doblones <strong>de</strong> oro. Mientras él proseguía, comencé a ablandarme y resolví dar las monedas <strong>de</strong><br />

cobre. Otro golpe <strong>de</strong> su oratoria me avergonzó <strong>de</strong> esa resolución y <strong>de</strong>terminé entonces darle<br />

las <strong>de</strong> plata. Y terminó tan admirablemente que vacié enteramente mi bol­sillo en el plato <strong>de</strong> la<br />

ofrenda con oro y todo. Escu­chando ese sermón estaba también un señor <strong>de</strong> nuestro Club,<br />

quien teniendo el mismo parecer que yo en cuanto al edificio <strong>de</strong> Georgia y sospechando que se<br />

tomaría una ofrenda, tomó la precaución <strong>de</strong> vaciar sus bolsillos antes <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> casa. Hacia la<br />

conclusión <strong>de</strong>l discurso, sin embargo, sintió un fuerte <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> dar y solicitó <strong>de</strong> un vecino, que<br />

estaba cerca suyo, que le prestara algún dinero para lá ofrenda. Infelizmente el pedido fue<br />

hecho tal vez a la única persona en el grupo que tuvo la firmeza <strong>de</strong> no <strong>de</strong>jarse afectar por el<br />

predicador. Su respuesta fue: 'En cualquier otra ocasión, amigo, te prestaría liberalmente pero<br />

no ahora pues me parece que estás fuera <strong>de</strong> juicio'." (10)<br />

Por muchos años Whitefield, fiel a sus i<strong>de</strong>as ascéticas, pensó en no casarse, pero finalmente<br />

resolvió hacerlo más bien por un sentido práctico <strong>de</strong> la vida que por sentimentalismo. En este<br />

sentido, oró para que Dios le concediera una esposa que le permitiese vivir como si no la<br />

tuviera. Dice un biógrafo suyo que esta oración ciertamente fue escuchada, pues que la que<br />

vino a ser su esposa poco interfirió en su trabajo, pero cuando ella falleció confesó que su<br />

muerte había <strong>de</strong>jado su "mente en mucha libertad".<br />

Su vida matrimonial no se distinguió por lo tanto por alguna <strong>de</strong>mostración <strong>de</strong> profundo afecto,<br />

pero congenió bastante discretamente con su esposa. Casóse el día 14 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1741 con<br />

Elizabet James, una viuda que <strong>de</strong>bía contar en ese entonces con cerca <strong>de</strong> 34 años <strong>de</strong> edad.<br />

De ella tuvo un hijo, el cual murió a los cuatro meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> nacer y no le nacieron otros.<br />

Estuvo casado veintisiete años, falleciendo la señora <strong>de</strong> Whitefield el 9 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1768, dos

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!