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Diccionario arqueologico - iglesia evangélica el olivo

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Las ruinas fuera de la muralla contienen carbón de las almenas quemadas. La cresta de un y<strong>el</strong>mo de bronce fue<br />

encontrada en una masa de escombros quemados, tales como los usados por un soldado asirio (¿o caldeo). Grandes<br />

rampas de terreno, probablemente parte de las rampas de sitio asirio, fueron apiladas contra la puerta d<strong>el</strong> bastión<br />

de la ciudad.<br />

Sobre la falda noroccidental d<strong>el</strong> promontorio estaba un gran foso (tumba No. 120) que contenía los restos de<br />

unos 1500 cuerpos, sus huesos en una masa mezclada. Indudablemente habían sido juntados y tirados en este repositorio<br />

y sobre esta masa sólida de huesos humanos, yacía una capa de huesos de animales, mayormente de cerdos,<br />

probablemente parte d<strong>el</strong> comisariato d<strong>el</strong> ejército asirio.<br />

Starkey afirma que los huesos eran <strong>el</strong> resultado de la limpieza de la ciudad después d<strong>el</strong> sitio de Senaquerib. Esto<br />

está indicado por la conglomeración, las marcas de quemaduras, la casi total ausencia de restos de personas mayores<br />

(por lo cual no debían ser de un cementerio anterior), y los pedazos de cerámica de los siglos VIII y primera<br />

parte d<strong>el</strong> VII asociados con los restos. La señorita Tufn<strong>el</strong>l afirma que eran la limpieza de Josías de los entierros idólatras<br />

alrededor d<strong>el</strong> 621 a.C. Véase 2 R. 23:4–14; 2 Cr. 34:3–7.<br />

Por lo menos 3 de las calaveras de este funeral masivo muestran una operación conocida como trepanación, en<br />

la cual un pedazo de hueso era cortado y removido d<strong>el</strong> cráneo para aliviar la presión en <strong>el</strong> cerebro. Una tercera<br />

calavera tenía <strong>el</strong> hueso crecido nuevamente de tal manera que borraba las marcas d<strong>el</strong> serrucho.<br />

Wiseman sugiere que después de la captura de Laquis por Senaquerib, la ciudad fue administrada por <strong>el</strong> gobierno<br />

asirio y fue <strong>el</strong> punto de recolección de los tributos de los filisteos. Parte de la ciudad<strong>el</strong>a fue limpiada y se construyó<br />

un pasadizo más estrecho. Hay indicaciones de la presencia de guerreros escitas en la ciudad en la última parte d<strong>el</strong><br />

siglo VII.<br />

Para <strong>el</strong> tiempo de Joaquín (609–597 a.C.), Laquis había sido reconstruida. Evidencias de dos invasiones por Nabucodonosor<br />

en <strong>el</strong> 598/7 a.C. y 587/6 a.C., pueden verse en Debir (T<strong>el</strong>l Beit Mirsim, a 13 kms. de distancia) y en Laquis.<br />

En 598/7, la puerta de la ciudad, la fortificación y <strong>el</strong> palacio-ciudad<strong>el</strong>a fueron violentamente destruidos y la<br />

superestructura de ladrillo d<strong>el</strong> palacio cayó y fue esparcida alrededor d<strong>el</strong> patio. Véase Albright, BASOR 132 (Dic.<br />

1953), pág. 146.<br />

La pared interior fue reconstruida nuevamente con materiales de cantera que eran acarreados de la esquina sudoriental<br />

d<strong>el</strong> promontorio; pero <strong>el</strong> palacio fue dejado en ruinas. Durante la captura de Judá por Nabucodonosor las<br />

ciudades fortificadas de Jerusalén, Laquis y Azekah resistieron más largamente (Jer. 34:7). La destrucción de Laquis<br />

en 589/8, a.C., fue tan completa que <strong>el</strong> fuego consumió la albañilería. Sobre los escombros se encontró la impresión<br />

de un s<strong>el</strong>lo que dice, "a Gedalías mayordomo de la casa" (véase Is. 22:15; 36:3). Este fue probablemente usado<br />

por Gedalías antes que la ciudad cayera ante Nabucodonosor. El fue uno de los últimos primeros ministros de Judá<br />

(2 R. 22:3, 8–12; 26:22–26; Jer. 39:14; 40:5 y sigte.; 41:2).<br />

IV. Las Cartas de Laquis. En un pequeño cuarto, probablemente <strong>el</strong> cuarto d<strong>el</strong> guardia, junto a la puerta externa<br />

y descansando en las cenizas de la ciudad quemada de Laquis, Starkey descubrió en 1935 las dieciocho cartas de<br />

Laquis (3 más fueron descubiertas en 1938). Estas eran tiestos de cerámica, en los cuales los mensajes se escribieron<br />

en tinta negra y con escritura cursiva fenicia al estilo epistolario de la prosa hebrea clásica, contemporánea a<br />

los últimos años de Jeremías. Son documentos de primera mano de la situación política y militar de la época inmediatamente<br />

antes de la destrucción de Jerusalén por Nabucodonosor. Sólo un tercio de <strong>el</strong>las son legibles. Las más<br />

interesantes son las números 3, 4 y 6.<br />

La carta 3 fue escrita por Osías, un oficial subordinado en un puesto militar, a su superior Yaosh en la ciudad. Se<br />

refiere a Konías, <strong>el</strong> hijo de Elnathan, que hacía un viaje a Egipto buscando ayuda y a una carta por Tobías, un oficial<br />

real, con una advertencia por un profeta (¿Urijah ¿Jeremías).<br />

La carta 4 termina con la afirmación, “y permítase (mi señor) saber que estamos esperando por las señales de<br />

Laquis, según todas las indicaciones las cuales mi señor me ha dado, porque no podemos ver a Azeca” (= 12 m. NE<br />

de Laquis; Jer. 34:7).<br />

La carta 6 dice: “Y he aquí las palabras de los príncipes no son buenas; (pero) para debilitar las manos (y para<br />

aflojar las manos de los hombres) a quienes se les informa acerca de <strong>el</strong>los” (véase Jer. 38:4).<br />

Hay una referencia al año “noveno” de Sedequías en la carta No. 20. Así las cartas tienen un lenguaje epigráfico<br />

y un interés histórico.<br />

V. El Laquis Postisra<strong>el</strong>ita. Entre los años 586 al 450 a. de J.C., Laquis fue abandonada. El niv<strong>el</strong> I d<strong>el</strong> promontorio<br />

data de 450–150 a. de J.C., y consiste en dos fases separadas por un período de deserción. Después d<strong>el</strong> exilio, Judá<br />

llegó a ser una parte de la quinta satrapía persa “más allá d<strong>el</strong> río”. Laquis no estaba en esta área sino en la provincia<br />

de Arabia o Idumea. El gobernador en la época de Nehemías fue “Gesem (o Gasmu) <strong>el</strong> árabe” (Neh. 6:1). Una<br />

<strong>el</strong>egante villa, “la residencia”, fue construida en <strong>el</strong> lugar de la antigua ciudad<strong>el</strong>a para morada d<strong>el</strong> gobernador, 450–<br />

350 a. de J.C. Aquí se encontró un altar de piedra con un texto votivo de 3 líneas en escritura aramea, empezando<br />

con la palabra lbnt’, “incienso”. La 3a. línea dice lyh mr’, “a Yah <strong>el</strong> Señor (¿d<strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o)”, similar a los textos <strong>el</strong>efantinos<br />

d<strong>el</strong> siglo V a. de J.C. (Albright, BASOR 132, Dic. 1953, págs. 46 y sigtes.).<br />

El nombre de Gesem fue encontrado en una inscripción lihyanita de Dedan en Arabia al sur de Edom y en un vaso<br />

encontrado en T<strong>el</strong>l <strong>el</strong>-Mashkutah (<strong>el</strong> Sucot bíblico) cerca d<strong>el</strong> canal de Suez en Egipto, <strong>el</strong> cual dice “Qainu, hijo de<br />

Gesem (Gusam), rey de Qedar.” Esta familia gobernó desde Laquis <strong>el</strong> área d<strong>el</strong> Edom y <strong>el</strong> norte de Arabia hasta Sucot<br />

en <strong>el</strong> D<strong>el</strong>ta d<strong>el</strong> Nilo. Altares de incienso de Arabia d<strong>el</strong> sur se encontraron en Laquis, Geser y T<strong>el</strong>l Jemmeh, lo<br />

cual muestra la extensión d<strong>el</strong> comercio árabe.<br />

Después de un período de abandono, la fase final de la ultima parte d<strong>el</strong> siglo II a. de J.C., está atestiguada por<br />

<strong>el</strong> “altar solar” y una tumba d<strong>el</strong> período s<strong>el</strong>éucida. Alrededor d<strong>el</strong> 150 a. de J.C., Laquis fue finalmente abandonada,<br />

para no ser ocupada nunca más.<br />

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