Diccionario arqueologico - iglesia evangélica el olivo
Diccionario arqueologico - iglesia evangélica el olivo
Diccionario arqueologico - iglesia evangélica el olivo
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
por <strong>el</strong> hallazgo de dos esfinges egipcias, una ostentando <strong>el</strong> nombre de Ita, hija de Amenemhet II (ca. 1929–1895<br />
a.C.).<br />
Las influencias mesopotámicas llegaron a ser dominantes de nuevo con las invasiones *amorreas que arrasaron la<br />
mayor parte d<strong>el</strong> antiguo Cercano Oriente en los primeros siglos d<strong>el</strong> segundo milenio a.C. Una dinastía amorrea cuyos<br />
reyes tenían nombres amorreos fue instalada en Qatna como también en la mayoría de las ciudades sirias y mesopotámicas.<br />
Los registros de los reinos amorreos en Mari y Asiria de la segunda mitad d<strong>el</strong> siglo XVIII traen a Qatna a una<br />
completa luz en cuanto a la historia de este período y documentan su importancia. Después que Samsiadad I (1748–<br />
1717 a.C.), <strong>el</strong> primer rey amorreo de Asiria, había temporalmente derrotado a Mari en <strong>el</strong> curso de su expansión<br />
hacia <strong>el</strong> occidente e instalado a su hijo Yamahadad como su virrey allí, procedió a proteger su flanco sur al negociar<br />
un matrimonio para su hijo con la hija de Ishkhe-Adad, rey de Qatna, asegurando a su hijo que "la casa de Mari es<br />
famosa y la casa de Qatna (también) es famosa". Cuando Mari reconquistó su independencia bajo Zimri-lim (ca.<br />
1730–1700 a.C.) las referencias en las "cartas de Mari" ponen en claro que Qatna continuó siendo una ciudad importante.<br />
A principios d<strong>el</strong> siglo XVII se produce la gran emigración hacia <strong>el</strong> sur de los *hurrianos (los "horreos" bíblicos) en<br />
todas partes de la fértil creciente, aparentemente gobernada por una aristocracia indoaria. Paulatinamente, en<br />
Qatna, como en la mayoría de otros lugares en la región, las deidades y los nombres personales hurrianos empezaron<br />
a predominar. Aunque la r<strong>el</strong>ación exacta no está aún clara, esta emigración ciertamente debió estar conectada<br />
con la invasión de los "hiskos" en Egipto y Palestina y su gobierno allí durante <strong>el</strong> "segundo período intermedio" de<br />
Egipto, ca. 1720–1550 a.C. Puede ser que los invasores hiksos iniciales fueran realmente amorreos (semitas) empujados<br />
hacia <strong>el</strong> sur por los hurrianos, siguiendo estos últimos esos pasos en las últimas fases d<strong>el</strong> período de los hiksos.<br />
Qatna sin duda tuvo un pap<strong>el</strong> principal en este período de dominio mesopotámico sobre Egipto. Es aun posible<br />
que Qatna fuera una de las bases mayores de los hiksos para la invasión de Palestina y Egipto. La misma apariencia<br />
d<strong>el</strong> sitio de la antigua Qatna documenta esta posibilidad, ya que <strong>el</strong> Mishrifeh no es un "t<strong>el</strong>l" o promontorio típico d<strong>el</strong><br />
tipo normalmente excavado, sino que es un ejemplo clásico de lo que ahora se sabe era típico de las fortificaciones<br />
hiksas, como se encuentran en este período a través de Palestina y Siria, d<strong>el</strong> T<strong>el</strong>l <strong>el</strong>-Yahudiyeh y H<strong>el</strong>iópolis en <strong>el</strong><br />
bajo Egipto hasta <strong>el</strong> Eufrates y más allá (Hazor probablemente provee <strong>el</strong> mejor ejemplo en la Palestina propiamente.)<br />
El-Mishrifeh tiene la forma de un vasto campo defendido, ca. 85.000 mts. 2, rodeado por terraplenes de tierra<br />
apisonada empinados de unos 15 mts. de altura. Las aberturas de estas fortificaciones, generalmente cerca de la<br />
mitad de cada lado, indican las entradas originales. Es más o menos universalmente aceptado que estos campos<br />
tuvieron <strong>el</strong> propóstio de proteger los inmensos ejércitos de carros tirados por caballos (introducidos por los hiksos<br />
en esta región) lo cual era imposible de acomodar dentro de las r<strong>el</strong>ativamente pequeñas ciudades amuralladas.<br />
El surgimiento d<strong>el</strong> poder nativo egipcio bajo la décimoctava dinastía condujo no sólo a la expulsión de los hiksos<br />
de Egipto ca. 1550 a.C., sino también, en tanto que la amenaza hiksa continuaba en Siria, a la invasión y dominio<br />
egipcios d<strong>el</strong> antiguo territorio hikso, alcanzando a veces hasta <strong>el</strong> Eufrates. El más grande arquitecto d<strong>el</strong> nuevo imperio<br />
egipcio fue Tutmosic III (ca. 1490–1435 a.C.) quien aparentemente ocupó a Qatna poco después de la famosa<br />
batalla de Meguido en 1468 a.C., (como él lo dice en sus inscripciones en Karnak en <strong>el</strong> Egipto superior). Los últimos<br />
faraones de la décimoctava dinastía también mencionan a Qatna como conquistada o todavía bajo su dominio.<br />
Sin embargo, aunque <strong>el</strong> control político de Egipto parece no haber sido seriamente desafiado por algún tiempo,<br />
las influencias culturales dominantes continuaron siendo hurritas, ahora surgiendo d<strong>el</strong> gran estado hurriano de<br />
*Mitani, al noreste de Qatna, con <strong>el</strong> cual Egipto llegó en última instancia a aliarse durante este interludio pacífico<br />
de la pax aegyptica. La intimidad de la r<strong>el</strong>ación se ilustra por <strong>el</strong> hacho que un alto oficial que ejerca jurisdicción<br />
egipcia sobre Qatna en este período, llevó <strong>el</strong> nombre de Biriawaza, y puede haber sido un príncipe mitano. El comercio<br />
miceno se extendió hacia <strong>el</strong> oriente dentro d<strong>el</strong> Levante; este período de comercio pacífico internacional<br />
está también documentado en Qatna como en otras partes, por <strong>el</strong> gran número de vasos griegos de la época descubiertos.<br />
Sin embargo, las circunstancias cambiaron drásticamente, en <strong>el</strong> "período amarna", en la mitad d<strong>el</strong> siglo XIV, debido<br />
al descuido d<strong>el</strong> faraón Akhenatón d<strong>el</strong> imperio egipcio y d<strong>el</strong> surgimiento d<strong>el</strong> poder heteo bajo <strong>el</strong> hábil<br />
*Suppiluliumas (ca. 1375–1340 a.C.). Varias *cartas de Amarna enviadas a la nueva capital de Akhenatón por medio<br />
de Akizzi, <strong>el</strong> leal rey de Qatna, ilustran gráficamente la seriedad de la amenaza hetea. (En estas cartas <strong>el</strong> nombre<br />
de la ciudad aparece en su forma amorrea "Qatana", abreviada a la ahora más familiar Qatna en lugar de la forma<br />
acadia más antigua "Qatanum" probablemente reflejando su decaída importancia política). Akizzi vívidamente describe<br />
<strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro d<strong>el</strong> dominio egipcio en Siria, especialmente en vista de una defección de Egipto dirigida por un tal<br />
Aitugama de la vecina Cades, quien estaba intentando arrastrar también a Akizzi. Este último promete su continua<br />
lealtad, sin embargo (comparándola con la de Damasco), junto con otras ciudades de más al norte.<br />
Akizzi no estaba equivocado, porque sólo pocos años más tarde, hacia <strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> reinado de Akhenatón, Suppiluliumas,<br />
después de <strong>el</strong>iminar a Mitani, encontró un pretexto para invadir a Siria nuevamente (su segunda o tercera<br />
campaña en <strong>el</strong> área) y saqueó completamente y arrasó a Qatna. La secu<strong>el</strong>a de las cartas de Akizzi a Amarna viene<br />
de la arrogancia de Suppiluliumas de que "Yo también traje a Qatna con sus posesiones y todo lo que a <strong>el</strong>los pertenecía<br />
a la tierra de Hatti." Las excavaciones de Du Buisson ilustran gráficamente las proporciones de esta destrucción.<br />
Qatna nunca se recobró realmente de este desastre, a pesar de varias posteriors (y breves) colonizaciones en <strong>el</strong><br />
antiguo sitio. Las excavaciones indican una limitada ocupación de nuevo, poco después en la última parte de los<br />
siglos XIV y XIII. Tanto Seti I como Ramesés II, los primeros reyes de la dinastía décimonovena egipcia, mencionan<br />
de nuevo a Qatna como capturada, aunque la referencia puede ser más bien <strong>el</strong> territorio que a la ciudad misma. De<br />
todos modos, a pesar de algunas victorias (tales como la captura de Tunip, un aliado de Qatna en otros tiempos),<br />
254