INSTITUTO TECNOLÓGICO Y DE ESTUDIOS ... - Cursos ITESO
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laboral, como un nuevo papel a desempeñar, no puede separarse de otros roles; el<br />
biológico y el que se le determinó tradicionalmente pues, “la naturaleza le asignó la<br />
función reproductiva, pero la sociedad le asignó el trabajo doméstico” (Bustamante, I. y<br />
Bustamante, J., 2005:20).<br />
Entonces hablar de femineidad es hablar de maternidad, ya que socialmente está<br />
reconocido y determinado que la mujer será madre, pues desde pequeñas las niñas<br />
aprenden a cuidar, arropar y consentir a sus muñecas o muñecos, como lo hacen sus<br />
madres tradicionalmente y, como lo harán ellas en un futuro. Este vínculo tan estrecho<br />
entre feminidad y maternidad es el eje central de toda la construcción social del mundo<br />
femenino. Dasha (2001) afirma que;<br />
En nuestra sociedad, la más alta prioridad, se otorga a las actividades e intereses masculinos<br />
como son los asuntos financieros y políticos. La prioridad más baja para las actividades femeninas<br />
que son los cuidados y atenciones hacia la familia, sin reconocimiento ni validación de su<br />
importancia social primordial y el esfuerzo que implica (2001: 37).<br />
Al nacer la mujer con la misión de ser madre, debe responsabilizarse de su hijo.<br />
Esto ha incorporado a nuestra cultura patriarcal, que la mujer es la cuidadora de sus<br />
hijos e hijas y de su hogar (tareas domésticas) y su vida se restringe a la de un varón.<br />
Es decir, que el mundo femenino es un mundo privado, doméstico y familiar, mientras<br />
que el mundo masculino, es un mundo abierto al exterior; un espacio profesional a nivel<br />
personal, en donde al varón lo complementa la mujer con su amor, sus hijos e hijas y su<br />
hogar. “La función maternal en la sociedad […] refuerza las ideas tradicionales sobre la<br />
maternidad, el rol de los sexos, etc.” (Everningham, 1997: 28).<br />
A raíz de intentos por combatir la moral de la dominación masculina, en la década<br />
de los sesenta, nace el feminismo. Caracterizado en su primera etapa, por la lucha<br />
particular de igualdad de derechos; se originó un movimiento que consistió en<br />
demostrar cómo los discursos político, filosófico, moral, educativo, cultural, sociológico y<br />
religioso, habían sido formulados y descritos por y para las personas del sexo<br />
masculino. Comparadas y consideradas inferiores por los hombres, a las mujeres “se<br />
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