Propuesta Didáctica. P.D. Formación y Orientación Laboral. - Algaida
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PROPUESTA DIDÁCTICA FOL<br />
Por el contrario, a los segmentadores les gusta mantener una estricta línea divisoria entre el trabajo y el<br />
hogar. Estas son las personas que se sienten incómodas si en el lugar de trabajo se ofrecen un montón de<br />
beneficios relacionadas con la vida personal. Incluso a los trabajadores con niños les puede molestar el<br />
hecho de que su empleador proporcione servicios de guardería en el lugar de trabajo.<br />
“A mucha gente le gusta mantener separados los dos mundos”, dice Rothbard, que escribió sobre el tema<br />
en un artículo titulado “Managing Multiple Roles: Work-Family Policies and Individuals' Desires for<br />
Segmentation” (“Gestionando múltiples roles: políticas de familia y trabajo y el deseo de segmentación de<br />
los individuos”), que se publicó en una edición de 2005 de la revista Organization Science. “No solo les disgusta<br />
que dicha frontera sea traspasada por sus compañeros … También les puede resultar frustrante. Nuestro<br />
mundo ahora se está volviendo más integracionista gracias a la tecnología, que te hace accesible las 24<br />
horas del día los 7 días de la semana. Los segmentadores también lo están haciendo, pero posiblemente no<br />
les guste”.<br />
En sus investigaciones, Rothbard documentaba como los segmentadores en un lugar de trabajo integracionista<br />
mostraban menos satisfacción en el trabajo y menos compromiso con la empresa que sus colegas<br />
integradores. Hay que destacar que los segmentadores no sabían necesariamente los motivos por los<br />
que estaban insatisfechos en el trabajo. “Se trata de un efecto sutil, ya que saben que simplemente no encajan<br />
pero no saben el porqué”, explica Rothbard. Su estudio no cuantificó si la insatisfacción guardaba<br />
relación con mayores tasas de rotación entre los segmentadores en comparación con el resto de trabajadores,<br />
pero Rothbard sostiene que otras investigaciones han encontrado que el grado de compromiso<br />
guarda relación con la rotación.<br />
Los segmentadores existen en todo tipo de empresas, desde el comercio minorista a las oficinas o el trabajador<br />
del conocimiento, añade Rothbard. Ser un segmentador no tiene que ver con el grado de cualificación<br />
ni el nivel educativo. Asimismo, los integradores no son necesariamente mejores trabajadores que<br />
los segmentadores, incluso en empresas que practican una cultura integracionista. Los integradores posiblemente<br />
pasen mucho tiempo en la empresa, pero eso no implica necesariamente que sean más creativos<br />
o más productivos que los segmentadores. Los segmentadores tal vez dediquen más energía a su trabajo<br />
precisamente porque saben que necesitan lograr los objetivos marcados durante el horario de oficina para<br />
así evitar trabajar en casa.<br />
“Existen cosas negativas y positivas en la segmentación y la integración”, señala Rothbard. “La integración<br />
ayuda a los empleados a realizar la transición entre vida laboral y personal; les resulta más fácil pasar<br />
de un rol a otro. Es una gran ventaja. Sin embargo, los integradores podrían tener problemas para<br />
centrarse en el trabajo. Los segmentadores posiblemente se centren más rápidamente en un objetivo concreto,<br />
pero podrían necesitar más tiempo para dejar un rol y adoptar el otro. Así pues, no creo que una<br />
postura sea buena y la otra mala. Simplemente digo que es más complicado ser segmentador en las culturas<br />
actuales”.<br />
Dadas las incomodidades soportadas por los segmentadores en un entorno corporativo integracionista,<br />
cabría preguntarse si todos los beneficios ofrecidos en empresas como Google podrían tener otros efectos<br />
negativos. ¿Sería posible, por ejemplo, que algunos empleados aborreciesen semejante ejercicio de generosidad<br />
por sí mismo? ¿Podrían dichos beneficios ser percibidos como manipuladores y burdos, como<br />
ocurrió en las ciudades mineras a lo largo del siglo XX, en las que se proporcionaban casas a los empleados<br />
pero se les pagaba en forma de vales –en lugar de dólares–, y se les obligada a comprar mercancía más<br />
cara en los economatos de la empresa?<br />
Ninguna de las personas entrevistadas por Knowledge@Wharton parecía estar de acuerdo con semejantes<br />
afirmaciones, por un motivo muy sencillo: los beneficios ofrecidos por Google y otras empresas son<br />
voluntarios y de considerable valor. Si poder disfrutar de una almuerzo de gourmet en el campus de la empresa<br />
te incomoda, siempre puedes volver a casa y hacerte un sándwich. Y si no, preguntemos a Kallayil,<br />
el empleado de Google que adora su trabajo y a su empleador.<br />
“No tienes por qué comer aquí o ir al gimnasio de la empresa”, explica. “Es todo voluntario. Es tu elección.<br />
Todos somos adultos”.<br />
Fuente: www.wharton.universia.net Publicado el 04/04/2007.