Corcho Loco y Otros Relatos - GuajaRs

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—Lamento todo esto —dice Néstor—. Lamento el dolor, y el miedo. Quise encontrarme contigo, decirte lo que sentía por ti, y me acobardé. Es ridículo, el sólo hecho de estar enamorado es absurdo... todo lo que me hacía humano forma parte de esta máquina que soy ahora y sí, lo que sentía por ti también se mantiene, quizá nunca se acabe, porque así es como soy. Te reconstruí, usé todo lo que había a mano para hacerte perfecta como te recuerdo. Y ahora el universo es para ti. Ella nota que está desnuda y que sus manos son plateadas y flexibles, al igual que sus piernas y senos. Él le entrega un espejo para que pueda mirar su rostro del color de la crema, con ojos blancos sin pupila, la cabeza sin cabello reluciente en esa escasa luz. Ella no dice nada. No tiene memoria. —Ven —el avatar de Néxor la arrastra con gentileza hacia una compuerta en la parte inferior del extraño armatoste que está plantado sobre ellos—. Te voy a llevar en un viaje por tu nuevo hogar. Verás cosas que ningún ser humano ha visto ni imaginado jamás. Ella lo sigue aún sin comprender nada. Néxor regresa al tiempo real y soporta con dignidad los últimos ataques de las hormigas que intentan proteger el hormiguero del oso que se las come. Despega. El chorro de químicos en combustión altamente corrosivos abre un boquete en el planeta por donde escapa un flujo de lava de tal magnitud que alcanza la ionósfera. Lo que ocurra en su antiguo hogar le importa un bledo. Afuera, el ángel colosal se transforma una vez más para iniciar un viaje sin retorno hacia el núcleo de la galaxia. 108
ALGUNOS DERECHOS RESERVADOS. ∞ Usted puede distribuir y compartir este trabajo. ∞ Usted no puede usarlo con fines comerciales. Licencia Atribución - No Comercial - Sin Derivadas 3.0 – Chile - de Creative Commons http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/ ACERCA DE LOS CUENTOS Las historias contenidas en esta colección abarcan desde 1997 hasta 2008, ordenadas de acuerdo al capricho del autor y no por su año de creación. Corresponden a las versiones finales de los mismos cuentos que pueden encontrarse desperdigados por la Web, ahora unificados en un solo documento. Ninguno tiene derechos comprometidos con editoriales u otras personas. Todos están inscritos en el Registro de Propiedad Intelectual de Chile a nombre de su autor. AGRADECIMIENTOS “A mis padres que me inculcaron la lectura y apoyan mi afán obsesivo de ser escritor desde niño. A mi mujer que me inspira cada día y de quien vivo por su sonrisa. A mis amigos escritores que me dicen lo que no les gusta de lo que escribo. Y a mis perros negros, aunque no sé por qué” — <strong>GuajaRs</strong>. 109
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ARTEMIO SALINAS 1 Tres golpes a la
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Alguien está copiando un crimen an
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nuevo, no un ladrillo mohoso como l
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Hubo un grito, el grito de un hombr
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forcejeo en el pasillo. Ella arroj
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Los niños jugaban a ser contrincan
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Una sola vez una madre indignada ac
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que más de una persona conoce mi s
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—Cómo haces esas cosas tan bonit
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Pido que recojan los cuerpos, de la
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cantinero, ese animal traidor... pe
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Le doy una palmada en las nalgas. E
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Las sacerdotisas de este templo han
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la razón regresara a mi cabeza. Si
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Pasaba más tiempo despierto. Comí
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de espaldas y sentí cómo el calor
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Ahora debo subir más aún, a la ci
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Elia. Su espíritu se lo exigía. E
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Elia soñaba todas las noches. Soñ
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Entonces Daso rugió, “no habrá
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Nadie la siguió. Y cuando el sol e
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LOS HIJOS DEL MATUASTO En la mesa c
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de pluma. Abren las mirillas a los
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El hombre sobre el caballo grita ho
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Ponen su caballo a la cabeza del ca
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—Yo soy Raúl Roble —habla el q
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—¿Qué ocurrió con los mayores?
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Page 91 and 92: —Pablo, no me has contado nada.
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