Corcho Loco y Otros Relatos - GuajaRs

Recommendations

Info

Al final de ese túnel hallé otra puerta con un mecanismo parecido al de las que había visto en mi camino ascendente. MATARTE. ORDÉNALE QUE SE ABRA dijiste en mi cabeza. —¡Ábrete!— rugí y mi voz sonó extraña. La puerta crujió. CUBRE TUS OJOS CON LAS MANOS, LA LUZ EN EL EXTERIOR PODRÍA La puerta se abrió por completo y aunque tenía mis ojos cubiertos, podía ver la luz atravesando mis manos. AVANZA. Avancé vacilante y la puerta se cerró detrás de mí. Sentí pánico, grité “ábrete” una y otra vez, pero la puerta ya no se abría. Estaba fuera, para siempre. —¡Demonio! —gritó una voz de mujer—. ¡Demonio! REPITE LO QUE YO DIGA dijiste en mi cabeza y fue un alivio, seguías conmigo. Dijiste palabras extrañas que yo repetí. —Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre... Podía oír a las personas reunirse a mi alrededor, decir “amén” con voces de mujer tras cada sentencia que manaba de mi boca. “Que no las asuste mi palidez ni el blanco de mi cabello” dije, “vengo de abajo”, “soy el enviado de Dios”, “traigo su palabra”. Cuando pregunté “¿qué es esa luz?”, una de ellas dijo “el reflejo de la luna grande” y cuando pregunté “qué refleja” otra respondió “el sol”. Entonces te oí decir algo que no entendí y sentí tu alegría al recordar esa palabra. EL SOL ES LA FUENTE DE VIDA dijiste, lo repetí y me reprochaste. Las sacerdotisas parecían intranquilas. —Sin el sol no habría vida, no habría alimento, no habría nada, sólo desierto. El sol es la más grande obra de Dios. Y así las sacerdotisas se volvieron mis amantes, mis esposas, las madres de mis hijos fuera de las cavernas. Pronto mi existencia se hizo pública y grandes pueblos se levantaron a los pies de la montaña donde se erguía mi nueva caverna a la intemperie, cubierta de día con mantos negros, abierta durante la noche para poder mirar las mitades de la luna girar en una danza luminosa en órbita sobre nuestra tierra. 34
Ahora debo subir más aún, a la cima de la montaña, al templo donde la imagen de la madre de Dios saluda al cielo. Grandes catástrofes se han cernido sobre nuestra gente. Pueblos lejanos han atacado nuestras villas, pueblos regidos por el músculo y la guerra. Las matriarcas están intranquilas, temen por sus las vidas de sus hijos. Desde acá puedo verlas moviendo sus tentáculos en la danza de solicitud, ofreciendo caracoles y lombrices a las sacerdotisas. Y por supuesto, esto sí formaba parte de tu plan. ES UNA SOLUCIÓN SIMPLE, QUE AYUDARÁ A LA SUPERVIVENCIA DE SUS HIJOS Y A LA CONTINUIDAD DE SU DIOS. ACÁ ABAJO SERÁ UN PARAÍSO PARA ELLOS, SERÁN MEJORES, NO HABRÁ NADA QUE TEMER. SUS MUTACIONES NO SERÁN UN IMPEDIMENTO, AL CONTRARIO... HABLARÉ CON ELLOS DESDE EL PRINCIPIO, YA NO SERÉ SOLAMENTE UN SUEÑO. RECONSTRUIREMOS EL MUNDO SUBTERRÁNEO... Y se hará tu voluntad, tanto en la tierra como en lo profundo... 35
Page 1 and 2: Corcho Loco y Otros Relatos GuajaRs
Page 3 and 4: ARTEMIO SALINAS 1 Tres golpes a la
Page 5 and 6: Alguien está copiando un crimen an
Page 7 and 8: nuevo, no un ladrillo mohoso como l
Page 9 and 10: Hubo un grito, el grito de un hombr
Page 11 and 12: forcejeo en el pasillo. Ella arroj
Page 13 and 14: Los niños jugaban a ser contrincan
Page 15 and 16: Una sola vez una madre indignada ac
Page 17 and 18: que más de una persona conoce mi s
Page 19 and 20: —Cómo haces esas cosas tan bonit
Page 21 and 22: Pido que recojan los cuerpos, de la
Page 23 and 24: cantinero, ese animal traidor... pe
Page 25 and 26: Le doy una palmada en las nalgas. E
Page 27 and 28: Las sacerdotisas de este templo han
Page 29 and 30: la razón regresara a mi cabeza. Si
Page 31 and 32: Pasaba más tiempo despierto. Comí
Page 33: de espaldas y sentí cómo el calor
Page 37 and 38: Elia. Su espíritu se lo exigía. E
Page 39 and 40: Elia soñaba todas las noches. Soñ
Page 41 and 42: Entonces Daso rugió, “no habrá
Page 43 and 44: Nadie la siguió. Y cuando el sol e
Page 45 and 46: LOS HIJOS DEL MATUASTO En la mesa c
Page 47 and 48: de pluma. Abren las mirillas a los
Page 49 and 50: El hombre sobre el caballo grita ho
Page 51 and 52: Ponen su caballo a la cabeza del ca
Page 53 and 54: —Yo soy Raúl Roble —habla el q
Page 55 and 56: —¿Qué ocurrió con los mayores?
Page 57 and 58: »Un hombre joven se ofreció volun
Page 59 and 60: quedarse en las inmediaciones. ¿Y
Page 61 and 62: El hombre huele pésimo y tiene la
Page 63 and 64: —¿Por qué él? —pregunta Luz
Page 65 and 66: —Encendimos una fogata a la entra
Page 67 and 68: —Lo que van a hacer es un error
Page 69 and 70: el matuasto le observa desde no muy
Page 71 and 72: y nos dimos un festín. Tomamos agu
Page 73 and 74: donde mismo con el plato vacío y c
Page 75 and 76: Tomamos precauciones. Separamos las
Page 77 and 78: se fueron pensé que pronto la casa
Page 79 and 80: El hombrecillo sonrió y bailó ale
Page 81 and 82: El día que partieron a su nueva ca
Page 83 and 84: una línea, desde el semillero más
Page 85 and 86:
Nos fuimos corriendo hasta mi caba
Page 87 and 88:
como un funeral, ya que no lo verí
Page 89 and 90:
—Buen día Pablov—, dijo ella y
Page 91 and 92:
—Pablo, no me has contado nada.
Page 93 and 94:
Pero no. Sube a un bus y paga un pa
Page 95 and 96:
Ella llora porque no puede ayudarlo
Page 97 and 98:
Se estrella. Las piezas exteriores,
Page 99 and 100:
3.- Curiosidad. En la playa se ha i
Page 101 and 102:
—En la física moderna hay leyes
Page 103 and 104:
personas a su paso, recolectando me
Page 105 and 106:
mayores del barrio alto que vienen
Page 107 and 108:
calcinar todo lo demás está traza
Page 109 and 110:
ALGUNOS DERECHOS RESERVADOS. ∞ Us
show all

Corcho Loco y Otros Relatos - GuajaRs

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

Delete template?

Save as template?