Corcho Loco y Otros Relatos - GuajaRs
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Subió las escaleras con sumo cuidado para que no rechinaran los maderos. La viuda se<br />
levantó en ese instante, sorprendió al intruso y le arrojó la lámpara, iniciando el<br />
incendio. El hombre gritó, forcejeó con ella, la forzó hasta el cuarto del difunto, la<br />
metió debajo de la cama, él con ella... Los hombres derribaron la puerta para apagar el<br />
incendio, la viuda intentó pedir ayuda y fue degollada...<br />
Pero las pistas fueron plantadas antes del incendio, la escritura en el techo, con<br />
sangre; el florero con el anillo en su interior; el mechón de cabello donde cualquiera<br />
pudiera verlo.<br />
Un solo hombre no podía hacer todo eso en tan poco tiempo.<br />
Caigo sobre mi cama aterrado, llorando como el día que murió Amada, como el<br />
día que maté a Cristal.<br />
6<br />
La casona donde vivo tiene un subterráneo, un lugar pequeño, frío, húmedo,<br />
donde solía hacer vasijas de arcilla como pasatiempo, las vasijas más amorfas del<br />
hemisferio. Luego de terminar las piezas inservibles, las sacaba al exterior para que se<br />
secaran a la sombra de los árboles. Allí adquirían una tonalidad mohosa que me atraía<br />
más que cualquier cerámica pulida.<br />
Ocurrió uno de esos días de invierno que amanecen como el atardecer y siguen<br />
hasta el mismo atardecer como si no hubiera sol, sin tiempo, sin viento, sin calor ni<br />
frío. Dejé la vasija más horrenda en un sitio alto de mi patio, para que el día sin<br />
sombras se ensañara con ella. Entré a la casa a dormitar, pero el sueño no llegó.<br />
Siempre estaba la pesadilla en el umbral, esperándome.<br />
Salí otra vez al patio y la vi allí, mirando mi vasija de cerca, analizando sus<br />
detalles. Me acerqué. Crujieron algunas ramas bajo mis pies y ella me encaró sin<br />
sorpresa, con esa sonrisa dulce, el cabello suelto rodeando su cuello, sobre su hombro,<br />
ante sus pechos, entre sus manos.<br />
No dije nada, ella simplemente se me acercó. Como en un sueño pasó de largo y<br />
se quedó esperándome en la entrada de mi casa.<br />
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