Corcho Loco y Otros Relatos - GuajaRs
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alrededores del pueblo y a anotar todo lo que descubríamos, porque al terminar el<br />
mes cada familia elaboraba un informe y lo presentaba al resto de las familias en el<br />
refugio.<br />
La reunión se convertía en una fiesta. Nadie creía lo que decía el resto. Muchos<br />
no se creían ni a sí mismos. Mamá reía como loca y papá se iba temprano, enfermo por<br />
semejante falta de seriedad. Yo me quedaba a escucharlo todo, anotaba las historias<br />
que se repetían y volvía a casa a dormir.<br />
Una mañana nos despertó la risa de Mamá. Fui a la cocina y la encontré sentada<br />
mirando por la ventana. Me dijo que esperara callado. De pronto algo saltó adentro.<br />
Era peludo, como un gato, aunque más parecía una rata flaca . Tenía cuatro patas y dos<br />
manos con las que sostenía un plato vacío.<br />
Me puse a la defensiva, buscando algo con qué matar al bicho, pero mamá<br />
sonreía y el animal también, con dientes afilados y ojos brillantes. La criatura dejó<br />
el plato en el piso, hizo algunos gestos complicados con sus manos y se puso a<br />
cantar. Su voz era preciosa y cantaba moviendo la cabeza y las manos, concentrado<br />
y feliz.<br />
Cuando terminó de cantar se dio media vuelta y saltó por la ventana. Según<br />
Mamá era la segunda vez que venía. El día anterior lo vio parado la ventana y le arrojó<br />
un plato a la cabeza. El animal se fue y regresó al día siguiente con el plato entre las<br />
manos. Pidió de comer haciendo gestos. Por eso Mamá rió tan fuerte. Le dio verduras y<br />
carne en el plato y el animal se fue a comer a otra parte.<br />
Esa tarde almorzamos y Mamá guardó los restos, para el “Señor Ratón”. Reímos<br />
mucho y yo salí a preguntar si alguien había visto a un animal similar entrando a sus<br />
cazas para pedir comida.<br />
De las cinco casas que visité, en tres vieron animales peludos como ratas que<br />
pedían comida. Nadie les daba, chillaban enojados y se iban dejando un pedo<br />
desagradable en el aire.<br />
Al día siguiente el Señor Ratón volvió. Sonrió a Papá y a mí, Mamá le dio un<br />
plato con las sobras y éste saltó por la ventana. Cinco minutos después entró por<br />
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