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Corcho Loco y Otros Relatos - GuajaRs

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Pido que recojan los cuerpos, de la viuda y el cantinero y los lleven al<br />

crematorio. Ya no son necesarios, el caso está resuelto, pero aún tengo dudas. Algo me<br />

dice con aspereza que no actuaron solos, aún siendo dos.<br />

De camino a la casa de la viuda noto las expresiones de los pobladores<br />

instalados como postes a ambos lados de la calle. Miedo, terror a lo inexplicable. Y<br />

peor aún, confianza ciega en mí.<br />

De todas las personas en quien pueden confiar, soy el menos indicado.<br />

La casa de la viuda está tal como la dejé anoche. Trato de imaginar el escenario,<br />

la muerte de ella a manos de los asaltantes, la presencia del cantinero, la noche<br />

lluviosa, el grito, el incendio... El olor a carne quemada, las flores que no debían estar<br />

allí, el escenario preparado y el escenario que encontré. Todo tan confuso.<br />

8<br />

Descansaba en mi casa, atormentado por lo que había hecho, sabiéndome<br />

culpable. Aún tenía los escarabajos, muertos ahora, sobre cuyos caparazones crecían<br />

mortíferos hongos. Sólo debía hervirlos y beber el potaje.<br />

Alguien llamó a mi puerta. Acudí como hipnotizado. Tenía el cadáver de Cristal<br />

grabado en mis retinas. Todo lo que miraba, lo que tocaba y olía, tenía algo de Amada,<br />

Cristal... Ahora la pesadilla me recorría despierto. Sólo debía beber el potaje, hervir los<br />

escarabajos y beberlos. Sí...<br />

llanto.<br />

Tras la puerta estaban Calisto y Carmen, con los ojos hinchados por la ira y el<br />

Me arrastraron a su casa, no hice nada para evitarlo. Si me iban a matar, lo<br />

merecía. Las marcas que había dejado para despistarlos no habían servido para nada.<br />

Me hicieron mirar cada huella. Yo mismo las dejé allí pero no podía decirlo, no quería<br />

verlas, Amada me lo reprochaba segundo tras segundo, como puntadas en el estómago.<br />

—Encuéntrela —rogó Calisto. Me quedé helado, de pie en el centro de la<br />

habitación—. Encuéntrela. Nos dijeron en el pueblo que usted es el único que puede<br />

encontrarla.<br />

21

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