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Corcho Loco y Otros Relatos - GuajaRs

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ALAS DE METAL / TRANSFORMA LA CARNE<br />

1- el idiota.<br />

Tiene toda la intención de decírselo, toma el bus con rumbo al centro y<br />

mantiene fija esa sola idea en mente. Debe decírselo. Ella merece saberlo.<br />

Al llegar al paradero en Plaza Italia no baja. En cambio sigue adelante, a<br />

cualquier parte, resucitando la angustia que no le dejó dormir la noche anterior. ¿Por<br />

qué? ¿Por qué continuar así? Perra, reputa perra. No mereces que piense ni un segundo<br />

más en tu culito hermoso.<br />

Pero piensa en ella todo el camino. La imagina bañándose desnuda. La<br />

recuerda preguntándole la hora ese primer día en la puerta de su casa hace tantos<br />

meses. ¿Qué hacía ella allí? Iba a ver a su hermano, el pendejo idiota que le escupía<br />

desde el tercer piso del edificio de enfrente, hijo de puta, quizá creía que nadie se<br />

daba cuenta.<br />

La imagina jabonándose los pechos, esos hermosos pechos húmedos y<br />

resbalosos. La ve masturbarse en su cama de una plaza, rodeada de afiches de Dragon<br />

Ball Z y Evangelion mientras pronuncia su nombre, Néstor, Néstor, gimiendo un<br />

exquisito orgasmo para luego desvanecerse de su imaginación, dejándole<br />

visiblemente excitado de pie en el atestado microbús.<br />

¡Puta! ¡Putaaaa!<br />

¿Por qué no le dijo que le gustaba cuando tuvo la oportunidad, que la amaba,<br />

que la deseaba? El pendejo idiota se mudó ayer. No la volverá a ver. Sus apariciones<br />

repentinas eran el abono con el que hacía crecer su día, brillante y lujurioso. Hermosa,<br />

joven, de mirada vivaz. Verla caminar era como ver a una bailarina en pleno acto,<br />

erguida, preciosa, un hada saltando entre las flores del jardín.<br />

¡POR QUÉ NO SÉ TU NOMBRE, MARACA!<br />

El bus avanza. Muchos kilómetros más allá Néstor baja siguiendo al rebaño,<br />

indiferente a todo estímulo. ¿Dónde está? En la estación de buses junto al metro<br />

Pajaritos, por supuesto. Fin del camino. Puede regresar en metro, ir a la casa de ella y<br />

decírselo. Merece saberlo.<br />

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