114 I Tabla 7: Resultados del referéndum estatutario del 25 de octubre de 1979. 45 Tabla 8: Resultados de las elecciones municipales <strong>en</strong> Pasaia. 47 Las dudas sobre el peso específico de la izquierda abertzale que se pudieran despr<strong>en</strong>der de los resultados anteriores, 44 se disipan al analizar los resultados del referéndum estatuario del 25 de octubre de 1979. <strong>en</strong> esta ocasión, y al contrario de lo que ocurrió <strong>en</strong> diciembre del año anterior, no hubo unidad de las fuerzas vascas. Así, mi<strong>en</strong>tras Euskadiko Ezkerra y PNV apoyan el Estatuto de Autonomía, Herri Batasuna, hará campaña por la abst<strong>en</strong>ción, algo que se notó <strong>en</strong> nuestro municipio: CENSO: 16.535 VOTOS: 8.238 (49,82%) Abst<strong>en</strong>ción: 8.247 (50,18%) SÍ: 7.701 (45,02%) NO: 256 (1,5%) Blancos y nulos: 381 (2,3%) ABSTENCIÓN Y NO: 8.503 (53,28%) Si at<strong>en</strong>demos a las elecciones municipales, vemos cómo las listas más veces votadas han sido las de la izquierda abertzale, resultando, además, su cabeza de lista alcalde <strong>en</strong> la 4 de las 7 ocasiones <strong>en</strong> las que desde 1979 se han convocado elecciones municipales 46 AÑO ALCALDE PARTIDO POLÍTICO 1979 Eduardo Aseguinolaza HB 1983 Roberto López de Echezarreta Murguiondo 1987 Joseba Xabier Portugal Arteaga 1991 Joseba Xabier Portugal Arteaga PNV Los datos electorales nos permit<strong>en</strong> mant<strong>en</strong>er <strong>en</strong> pie la tesis de que, ante la nueva situación que se abre a partir de 1978, la izquierda abertzale se convierte <strong>en</strong> la heredera natural de las fuerzas obreras y revolucionarias de la época republicana, fuerzas que fueron derrotadas, bi<strong>en</strong> estructuralm<strong>en</strong>te, con lo que desaparecieron incluso como organización de la vida política, bi<strong>en</strong> políticam<strong>en</strong>te, con lo que sobreviv<strong>en</strong> como organizaciones <strong>en</strong> la actual época, pero desarrollan una función política difer<strong>en</strong>te, cuando no contraria, a la que históricam<strong>en</strong>te realizaron. Ent<strong>en</strong>demos que semejante tesis resulte polémica y matizable. Se podría argum<strong>en</strong>tar que tan heredero natural como la izquierda abertzale, es el PSE-EE/PSOE, que es la fuerza realm<strong>en</strong>te hegemónica sobre todo <strong>en</strong> los lugares de mayor conflu<strong>en</strong>cia de pasaitarras de orig<strong>en</strong> inmigrante. A nuestro <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der, los matices <strong>en</strong> este s<strong>en</strong>tido ayudan, más que a invalidar la tesis que aquí se defi<strong>en</strong>de, a completarla. Si bi<strong>en</strong> es cierto que <strong>en</strong> muchas ocasiones el PSE-EE/PSOE ha resultado la fuerza más votada <strong>en</strong> Trintxerpe, verdadero polo de atracción de la inmigración durante el siglo XX, no ha sido g<strong>en</strong>eralm<strong>en</strong>te así <strong>en</strong> Antxo. Además, excepto <strong>en</strong> las elecciones g<strong>en</strong>erales, donde las difer<strong>en</strong>cias se ac<strong>en</strong>túan, la difer<strong>en</strong>cia de votos no ha sido muy grande. De hecho, incluso <strong>en</strong> varias ocasiones, como <strong>en</strong> las HB HB 1995 Bix<strong>en</strong> Itxaso González PSE-EE/PSOE 1999 Juan Carlos Alduntzin Juan<strong>en</strong>a EH 2003 Izaskun Gómez Cermeño PSE-EE/PSOE elecciones municipales, forales y europeas de 1999, la izquierda abertzale fue la fuerza más votada, también <strong>en</strong> Trintxerpe. Además, habría que t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que el electorado del PSE-EE/PSOE, sobre todo el de orig<strong>en</strong> obrero, se ha caracterizado por su lealtad a la organización de cara a las elecciones, indep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te de la línea política que haya seguido el partido. Es decir muchos de sus votantes, sobre todo los de mñas edad, pued<strong>en</strong> seguir votando al PSE-EE/PSOE, más por lo que fue y significó, que por lo que es. Finalm<strong>en</strong>te, otro factor fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> la lucha electoral, que no se ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta cuando se suel<strong>en</strong> formular este tipo de objeciones es la difer<strong>en</strong>cia de medios con los que cu<strong>en</strong>tan una y otra organización. Obviam<strong>en</strong>te, no es lo mismo <strong>en</strong> términos de influ<strong>en</strong>cia social, gestionar todo un aparato de Estado y contar, a la vez, con un dev<strong>en</strong>ir de más de un siglo de historia, que soportar la represión de ese Estado, a la par que, al igual que les pasó a los militantes obreros de la II República, se sufre la demonización ante la opinión pública. En base a esa her<strong>en</strong>cia política natural, y al resto de los factores expuestos <strong>en</strong> las páginas iniciales de este artículo, se da una t<strong>en</strong>sión política, que más allá de la situación de crisis económica y social, posibilita esa converg<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong> la bahía de Pasaia, <strong>en</strong>tre una Cultura Obrera y la Reivindicación de Id<strong>en</strong>tidad Nacional abanderada por la Izquierda Abertzale. Sea como fuere, hemos int<strong>en</strong>tado demostrar aquí cómo la realidad sociopolítica de Pasaia es inaccesible a <strong>en</strong>foques monocausales que se c<strong>en</strong>tran <strong>en</strong> la oposición demócrata/viol<strong>en</strong>to o <strong>en</strong> la pret<strong>en</strong>dida exist<strong>en</strong>cia de dos comunidades etno-culturales, es<strong>en</strong>cialm<strong>en</strong>te irreconciliables por sus difer<strong>en</strong>cias de orig<strong>en</strong>. Por el contrario, hemos pret<strong>en</strong>dido dejar meridianam<strong>en</strong>te claro que qui<strong>en</strong> pret<strong>en</strong>da <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der las peculiaridades socio-políticas de nuestro municipio no puede dejar de lado la impresionante her<strong>en</strong>cia socio-histórica del Pasaia moderna, y del peso que el factor de clase ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> su id<strong>en</strong>tidad. Y a su vez, que esta id<strong>en</strong>titidad y su memoria son elem<strong>en</strong>tos a no obviar d<strong>en</strong>tro de la gestión del <strong>patrimonio</strong> <strong>industrial</strong>. 5.4 Un insólito <strong>patrimonio</strong> antropológico; Id<strong>en</strong>tidad y cultura política obrera Como ya hemos dicho, el pres<strong>en</strong>te trabajo deja muchos aspectos sin tocar; la situación de las organizaciones obreras o de lo que quedó de ellas <strong>en</strong> la posguerra, los modos de organización e incid<strong>en</strong>cia de la militancia obrera <strong>en</strong> la época del desarrollismo, el vínculo real <strong>en</strong>tre cultura del trabajo, cultura obrera, y conci<strong>en</strong>cia nacional vasca... Aún así, hay una cosa clara. No hay industria sin obreros ni obreras, ni economía sin trabajadores ni trabajadoras; ni <strong>en</strong> el pasado, ni <strong>en</strong> el pres<strong>en</strong>te, ni <strong>en</strong> el futuro. Por tanto, un política consecu<strong>en</strong>te de recuperación del <strong>patrimonio</strong> <strong>industrial</strong> implicaría, acciones <strong>en</strong> el ámbito de la cultura de la clase obrera. Pero al hilo de lo aquí pres<strong>en</strong>tado, esto pres<strong>en</strong>ta ciertos problemas. Por una parte, no es posible, <strong>en</strong> virtud de esa relación tantas veces citada <strong>en</strong> este trabajo <strong>en</strong>tre cultura del trabajo y cultura obrera, un análisis completo de las condiciones, usos y costumbres vitales y laborales. –Esto es, de todo lo que llamamos aquí cultura del trabajo– de la clase obrera pasaitarra obviando la relación de esos aspectos con el desarrollo de una conci<strong>en</strong>cia y de una cultura obrera. No es de extrañar, pues, que los trabajos de cierta <strong>en</strong>vergadura exist<strong>en</strong>tes sobre la clase obrera pasaitarra estén c<strong>en</strong>trados <strong>en</strong> colectivos concretos y
desde un ámbito estrictam<strong>en</strong>te antropológico, dejando de lado total o casi totalm<strong>en</strong>te el aspecto político-organizativo no sólo del conjunto de la clase obrera pasaitarra, sino incluso del propio colectivo <strong>en</strong> sí, como si <strong>en</strong> los usos y <strong>en</strong> las costumbres y <strong>en</strong> la modificación de los mismos no influyes<strong>en</strong> – por acción u omisión– los aspectos sindicales y políticos. Por otra parte, el desarrollo de una antropología cultural de cara a completar el <strong>patrimonio</strong> <strong>en</strong> toda su dim<strong>en</strong>sión y con todas sus consecu<strong>en</strong>cias puede no ser r<strong>en</strong>table a las instancias que <strong>en</strong> principio se deberían <strong>en</strong>cargar de ello. El asunto es que semejante apuesta implica poner <strong>en</strong> contraste la situación actual y la histórica; y ello puede sacar los colores a más de una organización sindical, obrera, o de izquierdas, no tanto por que su compromiso histórico pueda ser leído como excesivo, sino más bi<strong>en</strong>, por que su situación actual es antitética con respecto a aquel compromiso que, aún así, sigu<strong>en</strong> reivindicando. La flota amarrada. Archivo Municipal de Pasaia.
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