2. patrimonio industrial en pasaia: defensa y difusión
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Provincia a la par y al interés del 4% anual. Al mismo tiempo la<br />
Diputación se obligaba también a llevar a cabo la conversión de las<br />
obligaciones al 5% exist<strong>en</strong>tes de la emisión de 1884 <strong>en</strong> obligaciones<br />
al 4% a la par y reembolsables <strong>en</strong> el tiempo que restaba de la concesión.<br />
Por su parte, la Sociedad se comprometía a modificar los estatutos,<br />
instituy<strong>en</strong>do un consejo de administración único que funcionaría<br />
<strong>en</strong> Pasaia y que estaría compuesto por nueve personas, de las cuales<br />
cinco serían elegidas por la Diputación y cuatro por los accionistas.<br />
En estas nuevas circunstancias, las obras com<strong>en</strong>zaron <strong>en</strong>seguida.<br />
En realidad, una Real Ord<strong>en</strong> de 16 de diciembre de 1898 había instado<br />
ya a la Sociedad a que prosiguiera con las obras, de manera que<br />
concluyera los trabajos correspondi<strong>en</strong>tes a la segunda fase <strong>en</strong> el plazo<br />
de cuatro años 46. Así pues, at<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do a esta Real Ord<strong>en</strong>, el 10 de<br />
octubre de 1899 Eduardo López Navarro, ing<strong>en</strong>iero director desde el<br />
mes de julio, pres<strong>en</strong>tó su “Proyecto definitivo del muelle trasatlántico”,<br />
optando por la prolongación del ya exist<strong>en</strong>te (de 210 metros de<br />
fábrica y madera) <strong>en</strong> otros 90 metros realizados <strong>en</strong> hierro. Aunque<br />
advertía de la inutilidad de esta obra debido al tráfico exist<strong>en</strong>te <strong>en</strong><br />
esos mom<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> Pasaia, decantándose más bi<strong>en</strong> por reparar la parte<br />
construida <strong>en</strong> madera, reemplazando las piezas inservibles, y<br />
dejando para más adelante la construcción de un muelle de hierro<br />
para el embarque de mineral 47. Con todo, el proyecto fue aprobado el<br />
27 de septiembre de 1900, aunque se decidía aplazar su construcción<br />
a t<strong>en</strong>or de los argum<strong>en</strong>tos expuestos por López Navarro. De esta forma,<br />
hubo que esperar a 1902 para que ese muelle de madera de 210<br />
metros de longitud fuese sustituido por otro metálico 48.<br />
A su vez, el 28 de noviembre de 1899, el mismo ing<strong>en</strong>iero pres<strong>en</strong>taba<br />
otro proyecto referido a las instalaciones del muelle avanzado,<br />
p<strong>en</strong>di<strong>en</strong>tes de ejecución desde 1894, tal como ya se ha m<strong>en</strong>cionado.<br />
En realidad, por causa del desc<strong>en</strong>so del movimi<strong>en</strong>to g<strong>en</strong>eral de mercancías<br />
por Pasaia, se v<strong>en</strong>ía utilizando únicam<strong>en</strong>te para el depósito<br />
de pipas vacías relacionadas con el comercio de vinos. De ahí que<br />
limitara sus instalaciones, por el mom<strong>en</strong>to, a dos vías, una para las<br />
grúas y otra paralela para vagones a lo largo del fr<strong>en</strong>te oeste 49. Es más,<br />
el propio López Navarro llegó a pres<strong>en</strong>tar también un proyecto de<br />
mulle de cabeza de la dárs<strong>en</strong>a de la Herrera 50, aunque no se construiría<br />
hasta 1905.<br />
No obstante la recuperación de la bu<strong>en</strong>a marcha de las obras, lo<br />
cierto es que la Sociedad no pudo cumplir sus compromisos <strong>en</strong> los<br />
tiempos establecidos, de manera que <strong>en</strong> 1903 consiguió una nueva<br />
prórroga de cuatro años. Así las cosas, una disposición ministerial del<br />
10 de agosto de 1903 obligaba a la Sociedad a llevar a cabo varias<br />
obras para poner definitivam<strong>en</strong>te fin a esta segunda fase. Para <strong>en</strong>tonces,<br />
y debido a los cambios producidos <strong>en</strong> aquella a raíz de la aprobación<br />
de los nuevos estatutos, figuraba como ing<strong>en</strong>iero director<br />
Ramón Elósegui, primo de Ramón Peironcely. Pues bi<strong>en</strong>, para el 3 de<br />
diciembre de 1903 el nuevo ing<strong>en</strong>iero director t<strong>en</strong>ía ya dispuesta una<br />
propuesta sobre la “Prolongación <strong>en</strong> 90 metros del muelle trasatlántico”<br />
construidos con hormigón armado 51. Según parece, el Gobierno<br />
<strong>en</strong>t<strong>en</strong>día que había llegado el mom<strong>en</strong>to de concluir el muelle trasatlántico<br />
llegando hasta los previstos 300 metros. En este s<strong>en</strong>tido, no<br />
podemos olvidar que a partir de 1900 se observa una fase de recuperación<br />
<strong>en</strong> el movimi<strong>en</strong>to g<strong>en</strong>eral de mercancías del puerto de<br />
Pasaia 52, aunque Elósegui se mostrara partidario de dejar esta obra<br />
para cuando se alcanzaran las 500.000 toneladas de tráfico anual. Al<br />
final lo que se hizo fue revestir de hormigón todo el piso con vistas a<br />
conservar mejor el tablero de vigas y viguetas de acero laminado y<br />
prev<strong>en</strong>ir los efectos de la oxidación 53.<br />
También esa m<strong>en</strong>cionada disposición del 10 de agosto de 1903<br />
obligaba a la Sociedad a construir un dique de car<strong>en</strong>a <strong>en</strong> San Pedro,<br />
cuya construcción había quedado aplazada por la Real Ord<strong>en</strong> de 16<br />
de diciembre de 1898 y con el que tampoco estaba de acuerdo<br />
Elósegui, para qui<strong>en</strong> el tráfico del mom<strong>en</strong>to no justificaba semejante<br />
obra. A cambio de este dique y de la prolongación del muelle trasatlántico,<br />
se ofrecía a ejecutar el espaldón de Arando Grande, <strong>en</strong> la<br />
<strong>en</strong>trada de la bocana. No obstante, para el 10 de <strong>en</strong>ero de 1904<br />
Elósegui t<strong>en</strong>ía redactado su “Proyecto de dique seco de car<strong>en</strong>a”. En el<br />
anteproyecto aprobado <strong>en</strong> 1869 se habían elegido para su emplazami<strong>en</strong>to<br />
las proximidades de la iglesia de San Pedro, lugar rechazado<br />
por Elósegui por <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der que no t<strong>en</strong>ía bu<strong>en</strong>a fundación. Es más, por<br />
la misma causa rechazaba su ubicación <strong>en</strong> la parte meridional de la<br />
bahía, es decir, desde el muelle trasatlántico hasta la p<strong>en</strong>ínsula de<br />
Capuchinos. Por eso se fijó <strong>en</strong> la orilla sept<strong>en</strong>trional, <strong>en</strong> terr<strong>en</strong>os de<br />
San Juan, <strong>en</strong> las cercanías de la cordelería allí exist<strong>en</strong>te 54. Finalm<strong>en</strong>te<br />
éste no se hizo. Sí se construyó, <strong>en</strong> cambio, un varadero de costado<br />
<strong>en</strong> San Pedro. Además, <strong>en</strong> junio de 1904 se iniciaron las obras del<br />
muelle de cabeza de la Herrera y ese mismo verano se levantó un<br />
espaldón o muro de hormigón <strong>en</strong> Arando 55. En esa misma Memoria<br />
(pág.8) se anunciaba también la instalación de una grúa eléctrica de<br />
30 toneladas de pot<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el muelle avanzado. Por lo demás, se<br />
hubieron de reparar las grietas que habían aparecido <strong>en</strong> el muelle<br />
avanzado y se levantaron los almac<strong>en</strong>es del muelle trasatlántico, quedando<br />
finalizadas las obras de este segundo grupo <strong>en</strong> 1906, si<strong>en</strong>do<br />
recibidas por Real Ord<strong>en</strong> de 23 de mayo de ese mismo año 56.<br />
De esta manera, y tras muchos años cuajados de t<strong>en</strong>siones, quedaban<br />
concluidas las obras de la segunda fase. A partir de 1906 las<br />
inversiones <strong>en</strong> obras fueron mínimas, lo que llegó a suscitar nuevos<br />
conflictos <strong>en</strong>tre la Sociedad, la Diputación y los principales usuarios<br />
del puerto que desembocarían finalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el Real Decreto Ley de<br />
21 de mayo de 1926 <strong>en</strong> virtud del cual se estipulaba la reversión del<br />
mismo al Estado, firmándose la escritura de reversión a la recién creada<br />
Junta de Obras el 11 de <strong>en</strong>ero del año sigui<strong>en</strong>te 57.<br />
4.5 Conclusión<br />
La configuración de Pasaia como el gran puerto <strong>industrial</strong> de la provincia<br />
tuvo lugar precisam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> las décadas <strong>en</strong> que ésta experim<strong>en</strong>tó<br />
su particular proceso de <strong>industrial</strong>ización y, por <strong>en</strong>de, de modernización.<br />
Como se sabe, a partir del traslado de las aduanas del interior<br />
a la costa y a la frontera a principios de la década de 1840, Gipuzkoa<br />
inició una l<strong>en</strong>ta pero sost<strong>en</strong>ida <strong>industrial</strong>ización que precisaba de una<br />
infraestructura portuaria adecuada. Al principio se p<strong>en</strong>só <strong>en</strong> el puerto<br />
de San Sebastián, pero muy pronto se vio que sus posibilidades eran<br />
francam<strong>en</strong>te limitadas. Por eso <strong>en</strong>seguida se p<strong>en</strong>só <strong>en</strong> el vecino puerto<br />
de Pasaia, retomando la vieja división de funciones que se había<br />
producido <strong>en</strong> el siglo XVIII. Línea férrea, carretera de Irun y puerto<br />
constituían una mejora sustancial <strong>en</strong> el sistema de comunicaciones<br />
de la provincia. De ahí la nueva visión de la burguesía donostiarra<br />
que supo ver <strong>en</strong> Pasaia la alternativa más viable al pequeño puerto de<br />
San Sebastián. Aunque finalm<strong>en</strong>te el capital local no fue sufici<strong>en</strong>te<br />
para terminar de impulsar el proyecto, por lo que no quedó más remedio<br />
que recurrir al capital extranjero, siempre bajo la at<strong>en</strong>ta mirada de<br />
los órganos provinciales. De esta forma, <strong>en</strong> unas pocas décadas<br />
Pasaia se fue configurando como un notable puerto <strong>industrial</strong> llevando<br />
a cabo una serie de obras <strong>en</strong> función de sus tráficos comerciales,<br />
tal como marcaba la ley de 12 de mayo de 1870.<br />
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