Estudio de la Obra Psicografica.pdf - Academia Sapere Aude

Con esto ha querido referirse que los atributos son auto-engendrados, nacen por sí mismos. El Ego, es
un ejemplo de ello pues es un atributo diferenciado de la Divinidad. ¿Cómo puede ser entonces que el
Ego de un alma salga de su gemela?
Este último planteamiento se afina mejor cuando observamos la siguiente proposición:
“En el orden natural no pueden darse dos o más sustancias de la misma naturaleza, o sea, con el
mismo atributo”
Ética Demostrada según el Orden Geométrico
Proposición V, Libro I
Es decir, cada atributo, cada Ego, el cual es su representante, no puede generar dos sustancias, debe
generar para sus cuerpos internos (Mental, Astral, Físico) una única substancia. Por lo tanto, dos
sustancias diferentes no pueden compartir el mismo atributo. Cada ser representa una substancia la
cual posee un modo de relacionarse (afección); dos substancia relacionándose o dos seres
relacionándose, pueden hacerlo porque representan cada cual a un atributo que lo domina.
Esto se encuentra avalado además, por la proposición VI del mismo Libro que dice:
“Una substancia no puede ser producida por otra substancia”
Significa que, una substancia, un alma, no puede ser producida por otra, puesto que cada cual debe
tener su atributo propio.
Si entendemos con Spinoza que el atributo es aquello que se percibe de una substancia como
constitutiva de su esencia, lograremos análogamente observar que siendo el Ego la esencia o fuerza
(“Vis”, según Leibniz, Newton y Huygens) del ser, no puede esta fuerza esencial formar para su
experiencia, más que una sola substancia reciproca a su genética afín al modelo, lo que con dos o más
substancias sería imposible, pues de un molde no salen dos modelos, sino uno solo. Es por esto último
que Spinoza afirma:
“No puede verdaderamente concebirse ningún atributo de una substancia del que se siga que esa
substancia pueda dividirse”
Ética Demostrada según el Orden Geométrico
Proposición XII, Libro I
Queda visto entonces a la manera de Spinoza como la Idea (Ego) no puede formar más que un solo
Ideatum (Ser) como propia representación y que la esencia es en si misma el carácter objetivo de cada
ser, su identidad, pues como ha postulado Hermes en su Poimandres, Libro decimo primero:
“Entre los inteligibles cada uno es una esencia, y la esencia es la identidad”
Y si alguno preguntase si es eterna la identidad en cada uno, debería contestarse con Hermes:
“La esencia de Dios, por así decir, es el bien, lo bello, la beatitud, la sabiduría. De la Eternidad lo es la
identidad.”
El Divino Poimandres. Libro Decimo
118