Estudio de la Obra Psicografica.pdf - Academia Sapere Aude

Annik De Souzenelle. El Simbolismo del Cuerpo Humano.
Cap. IX Yesod. La Sexualidad. La Circuncisión.
“En el esquema corporal, los Ángeles que suben y bajan son las energías movilizadas a lo largo de la
columna vertebral, energías descendentes y ascendentes también ellas, que constituyen la fuerza
dinámica del encuentro del Hombre con el mundo exterior, en la primera parte de su vida, encuentro
del Hombre consigo mismo al trasponer la “PUERTA DE LOS HOMBRES”, ¡después encuentro del
hombre con su núcleo, su NOMBRE, Esponsales Divinos.”
“Nuestro nombre secreto contiene toda la información”
Annik De Souzenelle. El Simbolismo del cuerpo Humano.
Cap. VI Los dos Lados del Cuerpo. La Columna Vertebral.
Annik De Souzenelle. El Simbolismo del Cuerpo Humano.
Cap. X El triángulo Hod-Netsah-Yesod o el Plexo Urogenital.
Muy gráfico cuando se menciona que el Hombre se encuentra con su núcleo porque nos refleja de
manera análoga el fruto con su carozo, siendo este último su semilla.
El Ego es el Nombre que integrará dentro de sí a su columna vertebral interna. No olvidemos que él
está a medio camino en la constitución del Hombre septenario, siendo la Mónada la cabeza de ese gran
árbol. La columna del Hombre Cósmico es el Kundalini real en el cual se mantendrá la unidad. El
nombre se adquiere en etapas sucesivas, pero es uno solo para cada Ego y por esto “Jhasua” era el
nombre logrado por el Ser hasta ese momento añadido con la frase “Busco el amor eterno”, resaltando
su característica individual, mientras que “Venus”, su gemela, era caracterizada con una energía
distinta, si bien complementaria, que decía: “Soy un beso del Eterno Amor”.
No podemos ser ambiguos en estos temas ontológicos, si se entiende que nuestra comprensión de las
ideas crean la realidad. Por lo tanto, la columna vertebral está esquematizada interiormente con dos
fuerzas opuestas que deben llegar a su estado neutral para lograr el Nombre. En la Kabala se explica
así:
“Esta manifestación es el resultado de la Obra de la creación, cuyo objetivo es, esencialmente, una
separación en el sentido “distintivo” a partir de la unidad primordial. Hemos visto también, que esta
distinción es sólo aparente. Constituye la imagen misma de la manifestación Divina que procede por
antinomias: inmovilidad-Fuente de todo movimiento, Ser y no ser…Lo Divino no se aprehende mas
que a partir de estas contradicciones, tomadas en conjunto y en su justa relación por el que conoce.
Pero es en el nivel de nuestro mundo sensible experimentado por nosotros “Hombres caídos” como
separado, desgarrado entre sus aspectos antinómicos que nuestra derecha y nuestra izquierda
reflejan los aspectos mas contradictorios de nuestro ser. La derecha Divina esta precedida
por el sephirah Hokhmah, la sabiduría, revelada bajo el nombre de “Padre Divino”. Ella ilumina la
columna de misericordia, nombre del Sephirah Hesed que es también Gadoulah, la grandeza. Ella
corresponde en el nivel del cuerpo humano a la derecha ontológica y masculina; en el nivel del árbol
del conocimiento (…) La izquierda Divina esta presidida por el Sephirah Binah, la inteligencia,
revelada bajo el nombre de “Madre Divina”. Ella ilumina la columna de rigor, nombre del sephirah
Din, que es también Gebourah, la fuerza. (…)Cada uno de nuestros cielos interiores está, en el nivel
energético que le es propio, participando del nombre en un grado preciso, riguroso.”
Annik De Souzenelle. El Simbolismo del cuerpo Humano.
134