Estudio de la Obra Psicografica.pdf - Academia Sapere Aude

A veces, la Imagen por sí sola no puede representarse, y por ello comparte un cuerpo que alberga a
otras imágenes porque la calidad energética del cuerpo es demasiado grande para ser ocupada por esa
Imagen solamente, como sucede con el átomo en un cristal de cuarzo.
Cuando la imagen, tras haber incorporado para sí los conceptos y experiencias, sensaciones y
aprendizajes necesarios para llevar adelante por sí misma un cuerpo, se desprende del alma colectiva
que la sujetaba y con su misma esencia se forma un Ego o cuerpo Causal.
Antes de la individualización, el fragmento del alma grupal ha desempeñado la función de fuerza
animante. Después de la individualización, sin embargo, lo que era alma grupal se convierte en
cuerpo causal, transformándose así en el receptáculo animado por la chispa divina que desciende al
mismo desde el mundo superior(…) lo que era antes el alma animal, se transforma, en el caso del
hombre, en cuerpo causal, ocupado por el Ego o alma humana. Todo cuanto ha aprendido en su
evolución se transfiere así a este nuevo centro de vida”
Arthur. E. Powell El cuerpo Causal y el Ego
Cap. XIII Individualización: Su mecanismo y finalidad
Este cuerpo causal que se forma será para ella el relicario de sus experiencias intimas propias. Este
cuerpo que se forma para ella misma no puede compartirlo sin perder con ello su libre albedrío.
En el Libro “Llave de Oro”, Capitulo Las Almas Gemelas, se trata el tema de una manera un tanto
diferente, pues sin preámbulos afirma que las almas gemelas comparten un Ego. Esto está visto además
en el libro publicado por Beatriz Maure, “El Porqué de la Existencia” donde la autora manifiesta lo
siguiente: “El Ser, la Imagen es Andrógina, por ello hablamos de alma gemela, es la parte femenina y
masculina integradas en ella, que en el tiempo se individualizan, pero al final de los tiempos se
unifican.”
En la última publicación de la autora dada en este foro con el título de “El Big Bang Desarrollado desde
un Concepto espiritual”, la autora reafirma su postura, colocando una explicación similar, en sus
delineamientos conceptuales, a la otorgada en Llave de Oro.
Entiendo que es un tema delicado de tocar, más aún, cuando, de lo que hablamos se refiere a cosas tan
intangibles como un Ego, por lo cual de no ser cautos en los conceptos, podríamos perder el eje interno
que nos da el apoyo y el discernimiento.
Por esto, trataré, si la lógica me asiste, de brindar un esbozo del porqué esta teoría de un Ego compartido
no puede conducirnos a buen puerto.
Antes que nada es necesario comenzar con el último escrito de Beatriz Maure, en el que se lee lo
siguiente:
“Solo el reflejo de la Ley Divina que transmite la partícula radiante desprendida del Ego para
registrar experiencias en el reino de la naturaleza, puede generar los movimientos vitales de
las formas.”
“Cuando estas chispas o partículas mentales, en un orden divino, descienden en vértices
inmensos anuncian que el planeta será fecundado.”
Aquí aclara ella, que la partícula salida del Ego es mental.
Hablando de la chispa dice: “Es la única capaz de reflejar la vida verdadera porque es la
sustancia divina del cuerpo áurico del Ego, imagen del Yo soy.”
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