Estudio de la Obra Psicografica.pdf - Academia Sapere Aude

En esa observación interior uno aprende a dilucidar las sombras de las luces.
Si volvemos a la psicografía de Llave de Oro podemos encontrar un detalle peculiar, éste, nos otorga
una clave para encontrar la sombra que nos niebla la vista.
En el apartado Nº 3 dice:
3- Y cuando Él suelta a volar en la inmensidad del espacio y del tiempo una chispa luminosa emanada
de sí misma, tal como el eterno lo hizo con Él, sabe y comprende que esa chispa es su otro Yo, que
tiene la semejanza de su creador.
Esta semejanza es única para cada Ser el cual posee tres aspectos en el proceso de la vida:
Imagen-Semejanza-Individualidad (personalidad)
Esta semejanza elabora en cada encarnación una individualidad diferente para la demostración de la
idea del Ser.
Se aporta aquí textos de enorme tenor clarificador para estos asuntos que estamos estudiando, extraído
todos del Libro “El porqué de la existencia” de Beatriz Maure
“La semejanza es el hombre genérico, es el concepto humano reflejado por la imagen. Es el elemento
virgen donde el Ser de Dios diseña nuevas individualidades para su experiencia en el plano terrenal.
La semejanza es el multiplicador de esas individualidades y nunca desaparece ni se resume en ellas.
La semejanza muestra la naturaleza divina del Hombre y adopta una nueva individualidad en cada
una de las encarnaciones y nunca es la misma; y jamás por determinación propia, esa individualidad,
puede elaborar otra individualidad para reencarnar. Esto no es científico ya que en la creación
espiritual no se da la superposición (…).”
La semejanza es la perfecta matriz que da lugar al desarrollo individual. Esa individualidad no
podría expresarse sino tuviera un arquetipo donde formarse. En realidad, la única encarnación es la
de la idea o verdad del Ser verdadero y se inicia en la proyección que hace la imagen a su semejanza
y es allí donde se conforma la individualidad con características y aspectos que hacen único a ese
hombre en el Universo relativo.
En síntesis, la imagen solo proyecta, luego no encarna; la semejanza es el hombre arquetipo de la
experiencia que si encarna por sí misma la nueva individualidad. Su conformación será distinta en
cada probación, ya que varía el modo de presentación de la idea matriz que se viene a desarrollar en
este mundo. (…)
Decir encarnación es el concepto mas ajustado de este proceso, ya que si bien la semejanza encarna
sus modelos individuales una y otra vez, este fenómeno podría ejemplificarse diciendo que reencarna
y no es desacertado tomándolo como algo relacionado simplemente a una terminología. Pero en
realidad el contenido importante y real es que la semejanza es la portadora de una nueva
individualidad que no estuvo antes ni volverá después. La individualidad no reencarna en otra
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