Estudio de la Obra Psicografica.pdf - Academia Sapere Aude

Sabemos que los seres gemelos que nacen de un mismo seno materno comparten la información
genética, pero son dos yoes separados, ambos individuales, con un Karma individual y un Dharma
individual. Por ende el ejemplo no parece explicar lo que a continuación se menciona. Al contrario, cada
Ego, dice, emana de sí una sola chispa.
Hay un punto interesante a destacar en la explicación, y es cuando menciona la siguiente frase: “alma
mitad de sí misma”. ¿Hasta qué punto esto es una metáfora?
Por lo que se observa puede tomarse de manera literal y de hecho lo es si se la compara con el resto del
texto
El problema que atañe a este asunto es altamente significativo, pues nos deja aislados y absortos si de
acuerdo con la personalidad decidimos no mirar más de lo que nos dice el texto y entonces, lo que
haremos será quedar insuficientes ante un texto que por su tenor denota el error cabal, extrañamente
comprometedor, pues toca nada más ni nada menos que la base misma del cimiento de todas las
verdades y de la única verdad: La unidad del Espíritu.
La división de los siete puntos interesantes del relato nos dan una acabada idea de lo que este quiere
manifestar, para poder así, restarle si se quiere, el romanticismo que la lectura contrae al explicar con
metáforas, adjetivos y sinónimos el proceso en sí.
Hasta el punto (6) la explicación define al Ser “nacido del Ego” como Andrógino.
Este Ser, dice posteriormente, se separará en sus principios, o sea, su principio masculino ira a un
cuerpo y su principio femenino a otro. Está claro que está diciendo que un mismo Ser, un solo Ser,
engendra de sí mismo dos diferentes.
Recordemos que este Ser del que se habla es esa “Chispa” que menciona anteriormente, ese otro “Yo”
como se observa en el apartado Nº 4.
Lo que propone la lectura, hasta donde mi comprensión abarca, es que el Yo, iniciado o nacido del Ego,
es dividido, dando origen a dos yoes gemelos.
Claramente el texto alude al Yo atribuyéndole la característica elemental de Semejanza de la Imagen.
Le da entonces un atributo, el poder dividirse.
Aceptar esta teoría sería rechazar todas las otras provenientes de otras corrientes. No veo el problema
de hacerlo, más que poner en duda siglos de detalle y razonamientos lógicos emanados no de una
corriente sino de TODAS las que en su unión con el Cristo han servido de canal para la difusión de las
excelsas verdades del cielo.
El Yo es una entidad indivisible pues siendo esta derivada de la mónada contiene en sí todos sus
atributos, siendo uno de estos la simpleza.
“La mónada, de la cual hablaremos aquí, no es otra cosa que una sustancia simple que penetra en los
compuestos; simple quiere decir sin partes. (…)
2. “Ahora bien, donde no existen partes, no podría existir ni la extensión, ni la figura, ni la
divisibilidad. (…)”
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