Estudio de la Obra Psicografica.pdf - Academia Sapere Aude

tan grande fidelidad que mantendrá tu lámpara encendida hasta que de nuevo vuelvas a pisar los
valles terrestres.
"Moisés, tu alma gemela, tu esposa eterna lo ha elegido para ti y es ella quien te envía este don." —
¡Merik! ¡Mi novia eterna! ¡Mi desposada invisible para todos, pero siempre presente en mi corazón
de hombre que se convirtió en cenizas heladas al faltarle tu aliento para encender las ascuas.”
Moises.
Cap. El Pueblo de Abraham
A esta referencia le damos un grado de importancia mayor ya que es la que nos devela el nombre del
padre de Esen, llamado también “Esen”.
¿La pregunta queda respondida entonces? ¿Quién era el padre de Esen?
Hasta aquí la respuesta es clara:
Esen, nieto del Rey Árabe, raptado por los piratas del mar rojo.
Mas esta afirmación se pone en duda al leer en Arpas Eternas I un documento invaluable por la
importancia que tiene para la historia y es un papiro escrito por el mismo Esen que estaba ubicado
sobre un tabernáculo de siete gradas debajo de las tablas de la Ley (originales) y los libros escritos por
Moisés titulados. Génesis,-Éxodo-Levítico-Números-Deuteronomio.
El papiro decía así:
"Yo Esen, hijo de Nadab, de la sangre de Aarón, que huí a la altura de Nebo en seguimiento de Moisés,
mi Señor, juro por su sagrada memoria que él me mandó recoger de su cuerpo estas escrituras cuando
le viere muerto, y me declaró que la voz de lo alto le aconsejó llevarlas consigo para que no fueran
destruidas y adulteradas como ya pensaban hacerlo una vez muerto el autor, pues que había tenido
visión de que fueron quemadas las copias fieles que él mandara sacar para uso de los Sacerdotes y
del pueblo. Mi padre Nadab, hijo de Aarón, gran Sacerdote, fue muerto en el altar de los holocaustos,
por ofrecer incienso sobre las ascuas y panes de propiciación, y negarse a las degollaciones de bestias,
repudiadas por el Gran Profeta”
Arpas Eternas Tomo I
Cap. A los Montes de Moab
Surge entonces la duda, pues el papiro muestra una realidad totalmente distinta; tanta es la divergencia
que detallar sus diferencias seria tomar al lector por falto de vista.
La razón nos discrimina el asunto y no nos deja mentir, es indudable que los relatos se contradicen, no
sólo por las informaciones que otorgan, sino por las características en que están inmersas.
Tanto se llame Esen como Nadab, poco importa en realidad, más si es importante que el relato lleve un
camino comprensible.
Si Esen fue raptado por piratas y obligado a tener sexo con una doncella para satisfacer el gusto del
ritual fanático de los piratas, no puede decirse que fue muerto por negarse a las degollaciones de bestias
o por ofrecer panes de propinación.
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