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Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual

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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />

de repente y empujado hacia la cama por una fuerte sacudida que le hizo verter todo<br />

el contenido de la taza.<br />

Á la misma hora, según supo después, su hermano murió en Argel a consecuencia de<br />

una picadura que sufrió bañándose en el mar.<br />

M. Chaband, antiguo director de un colegio en París, profesor muy<br />

estimado y al que numerosos discípu<strong>los</strong> deben una excelente instrucción,<br />

me ha comunicado la siguiente observación, hecha por él mismo:<br />

XV. - He pasado una parte de mi niñez en Limoges en casa de un tío mío que me<br />

mimaba mucho y al que yo llamaba papá. Vivíamos en el primer piso de una casa en<br />

cuya planta baja había una fonda.<br />

Confieso lleno de confusión que muchas veces me divertía a expensas del dueño del<br />

establecimiento y, entre otras bromas de mal gusto, entraba en la cocina de repente<br />

gritando: «Señor Garat, venga usted pronto; papá le llama.» Aquel buen hombre<br />

abandonaba sus cacerolas y subía al piso primero, donde yo me reía en sus barbas.<br />

Naturalmente, él se enfadaba y bajaba la escalera refunfuñando, pero sus amenazas<br />

no me asustaban y, por otra parte, ya tenía yo buen cuidado de mantenerme a una<br />

prudente distancia.<br />

Una tarde de mayo, en 1851, entre seis y siete de la tarde, salía yo con mi tío a dar<br />

nuestro paseo acostumbrado hacia el Puente Nuevo, en el camino de To<strong>los</strong>a, cuando<br />

mi tía entabló este diálogo con la hija del fondista:<br />

«¿Cómo está el señor Garat?<br />

- Muy mal, señor Chabrol.<br />

- ¿Quiere usted que entre? (Mi tío era médico).<br />

- Es inútil, señor Chabrol. ¡Mi pobre padre se está muriendo!<br />

Una vez en la calle, yo, que tenía diez años, olvidé el incidente Y me puse a jugar con<br />

mi aro.<br />

Doy estos detalles para que se juzgue de mi estado de ánimo libre de toda<br />

preocupación no pensaba en el pobre fondita.<br />

Al llegar al Puente Nuevo me detuve de pronto porque acababa de ver al señor Garat<br />

en medio de la calle que venía tranquilamente por en medio de la calle.<br />

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