14.06.2013 Views

Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual

Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual

Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />

siete años, dormía en la habitación contigua. De pronto le vi entrar corriendo en mi<br />

cuarto y gritando en tono de espanto:<br />

«¡Oh! tía, acabo de ver a mi padre dar vueltas al rededor de mi cama.»<br />

Yo le respondí: «¡Qué tontería! Estás soñando.»<br />

Replicó que no soñaba y no quiso volver a su cuarto. Viendo que no podía<br />

persuadirle, le hice acostarse en mi cama y entre diez y once me acosté yo también.<br />

Una hora después vi distintamente al lado de la chimenea, la forma de mi hermano<br />

sentado en una silla y lo que me chocó particularmente fue la palidez mortal. En este<br />

momento mi sobrino estaba dormido. Me quedé tan asustada que escondí la cabeza<br />

entre la ropa y poco después oí claramente su voz, que por tres veces me llamó por<br />

mi nombre. Me decidí entonces a mirar y había desaparecido.<br />

Es de advertir que mi hermano estaba en Hong-Kong.<br />

Por la mañana conté a mi madre y a mi hermana lo quo había sucedido y tomé nota.<br />

El primer correo de China nos trajo la triste noticia de la muerte de mi hermano,<br />

ocurrida el 21 de Agosto de 1860, en la rada de Hong-Kong, a consecuencia de una<br />

insolación fulminante.<br />

108<br />

MINNIE COX,<br />

Summer Hill Queenstown, Irlanda.<br />

LXXXVIII. - Un amigo mío, oficial de Highlanders, había sido gravemente herido en<br />

una rodilla en la batalla de Tel-el-Kebir.<br />

Su madre era una de mis mejores amigas, y cuando el navío hospital Cartago le<br />

condujo a Malta, me envió a bordo para verle y tomar las disposiciones necesarias<br />

para llevarle a tierra. Cuando llegué a bordo me dijeron que era uno de <strong>los</strong> enfermos<br />

más graves y que se consideraba peligroso el transportarle al hospital militar. Después<br />

de muchas instancias obtuvimos su madre y yo el permiso de ir a hacerle compañía y<br />

a cuidarle, El pobre joven estaba tan malo que <strong>los</strong> médicos temían que muriera si se<br />

intentaba una operación y no querían amputarle la pierna, que era su sola<br />

probabilidad de salvación. La pierna se gangrenaba y ciertas partes de ella se<br />

eliminaban, y como la enfermedad se prolongaba, tan pronto bien, tan pronto mal, <strong>los</strong><br />

médicos empezaban a pensar que acaso recobraría en parte la salud, aunque quedase<br />

cojo y muriese después probablemente de consunción.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!