Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
una pregunta o una reflexión: «¡Calla! Yo iba a decirlo» nos responde<br />
nuestra mujer, nuestra hermana o nuestra madre, que han tenido igual idea<br />
en el mismo momento. Estamos en la calle y pensamos: «Si encontráramos<br />
al señor X... » y un momento después nos cruzamos precisamente con él.<br />
¡Le habíamos olido! Otras veces creemos reconocer en un transeúnte á tal<br />
o cual persona y poco tiempo después la encontramos en efecto. Hemos<br />
citado ejemp<strong>los</strong> curiosos de <strong>los</strong> que antes se atribuían al azar, explicación<br />
fácil, vulgar y sencilla que dispensa de todo estudio.<br />
Hay casos de lectura de pensamientos que son debidos a la sugestión<br />
mental. <strong>Lo</strong>s lectores observadores habrán visto ya casos de estos en<br />
nuestros ejemp<strong>los</strong>. He aquí uno muy curioso observado en un niño, en<br />
1894, por el doctor Quintard y comunicado por este sabio con todas las<br />
garantías de autenticidad a la Sociedad de medicina de Angers:<br />
XXXI. - Ludovico X... es un niño de menos de siete años, vivo, alegre, robusto y<br />
dotado de excelente salud. Su temperamento no es nervioso y sus padres no<br />
presentaban tampoco nada sospechoso desde el punto de vista neuropatológico. Eran<br />
personas de carácter tranquilo que no conocían las rarezas de la vida.<br />
Á la edad de cinco años, sin embargo, el niño pareció que iba a parecerse al célebre<br />
Inaudi. Su madre quiso en esa época enseñarle la tabla de multiplicar y vio con<br />
sorpresa que en seguida la recitaba mejor que ella. Pronto el muchacho tomó afición a<br />
la materia y llegó a hacer de memoria multiplicaciones con un multiplicador<br />
formidable. Actualmente no hay más que leerle un problema cogido al azar en una<br />
aritmética, para que dé sin tardar la solución. Este por ejemplo:<br />
«Si me meto en el bolsillo 25 fr. 50, tendré tres veces lo que tengo, menos 5 fr. 45.<br />
¿Qué suma es la que tendré?»<br />
Apenas enunciado el problema, el niño responde sin reflexionar: «15 fr. 45», que es la<br />
verdad. Se busca en seguida al fin del libro este otro problema de <strong>los</strong> más difíciles:<br />
«El radio de la tierra es igual a 6.366 kilómetros: encontrar la distancia de la tierra al<br />
sol, sabiendo que es de 24.000 radios terrestres, y expresar esta cantidad en leguas.»<br />
El muchacho da, igualmente sin vacilar, esta solución, que es la del libro: 38.196.000<br />
leguas.<br />
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