Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
Movimientos de objetos sin causa aparente.<br />
Comunicación de pensamientos a distancia.<br />
Impresiones sentidas por animales.<br />
Llamadas oídas a grandes distancias.<br />
Puertas cerradas con cerrojo que se abren solas.<br />
Casas encantadas.<br />
Experimentos de espiritismo.<br />
Muchos de estos hechos son subjetivos y suceden en el cerebro de <strong>los</strong><br />
testigos sin dejar de estar determinados por una causa exterior. Muchos<br />
también son simples alucinaciones. Todos enseñan que hay todavía<br />
muchas cosas que no conocemos y que hay en la naturaleza fuerzas<br />
desconocidas interesantes de estudiar.<br />
Voy ante todo a extraer entre las cartas recibidas las que tienen por objeto<br />
manifestaciones de moribundos a personas despiertas y en un estado de<br />
ánimo normal eliminando todo lo concerniente a <strong>los</strong> sueños. Estas<br />
observaciones son continuación de las precedentes. Las daré sin<br />
comentario alguno y la discusión vendrá después. Todo lo que pido es que<br />
se las lea con cuidado.<br />
Suprimo en ellas todas las fórmulas de cortesía y todas las protestas de<br />
sinceridad y de certidumbre moral. Cada comunicante afirma por su honor<br />
que cuenta <strong>los</strong> hechos exactamente como <strong>los</strong> conoce. Digámoslo de una<br />
vez por todas.<br />
XVI. - El 29 de julio de 1865, Nephtali André atravesaba el mar entre Francia y<br />
Argelia y de pronto tuvo la impresión de que le llamaban muy distintamente:<br />
«¡Nephtali!» Se volvió y no vio a nadie. Como la voz era la de su padre que él sabía<br />
estaba enfermo, y como además había oído hablar de fenómenos de telepatía, le<br />
ocurrió en seguida la idea de una correlación cualquiera entre aquella llamada<br />
misteriosa y el estado de su padre, M. Gabriel André. Miró el reloj para fijar el<br />
momento preciso y al llegar al puerto supo del fallecimiento ocurrido a la misma hora<br />
en que oyó aquel llamamiento supremo.<br />
Mi abuelo, Gabriel André, se casó con la señorita de Saulses Larivière, pariente de M.<br />
Saulses-Freycinet, ministro de la Guerra.<br />
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