Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
sobre mí tan bruscamente que no puedo evitarla, y me da un violento golpe con la<br />
muleta. Entonces caigo de la silla, sin conocimiento y así permanezco más o menos<br />
tiempo.<br />
Tal es el sorprendente objeto de mi consulta.<br />
El doctor le preguntó en seguida si había invitado a alguien a comer para que fuera<br />
testigo de semejante visita. El enfermo contestó que no, pues la naturaleza de su mal<br />
era tan particular y tan naturalmente achacable a un desarreglo mental, que siempre le<br />
había repugnado hablar de él a nadie.<br />
«Entonces, dijo el doctor, comeré hoy con usted, si lo tiene a bien. Veremos si esa<br />
terrible mujer viene a turbar nuestra sociedad.» El enfermo, que había esperado que<br />
se rieran de él en lugar de tenerle lástima, aceptó con alegría y gratitud. Comieron, y<br />
el doctor Gregory, que suponía allí alguna enfermedad nerviosa, se sirvió del encanto<br />
de su conversación, de las más variadas y brillantes, para distraer la atención del<br />
enfermo e impedirle pensar en que la hora fatal se aproximaba. Consiguió lo que se<br />
proponía, pues dieron las seis sin que su cliente lo advirtiera, Pero apenas habían<br />
transcurrido unos minutos cuando el monomaníaco exclamó con voz alterada: «¡Ahí<br />
está la bruja!» y cayó desmayado en su silla.<br />
Ese fantasma con muleta se parece un poco a lo que se siente en una<br />
pesadilla; una opresión, una sofocación, producen a veces esas imágenes<br />
en el cerebro. Todo ruido repentino que se oye estando durmiendo sin que<br />
le despierte a uno inmediatamente, toda sensación análoga del tacto, es<br />
asimilada al sueño y adaptada a él de manera que entra en la corriente de<br />
su pensamiento, cualquiera que sea. Nada más notable que la rapidez con<br />
que la imaginación explica esa interrupción según la marcha de las ideas<br />
expresadas en el sueño, aunque no disponga más que de un momento para<br />
esa operación. Si, por ejemplo, se sueña con un duelo, <strong>los</strong> sonidos que<br />
ocurren son la detonación de las pistolas; si se trata en el sueño de un<br />
orador pronunciando su arenga, <strong>los</strong> sonidos se convierten en aplausos del<br />
auditorio; si el que sueña recorre unas ruinas, cualquier ruido es el de la<br />
caída de unos cascotes. En una palabra, durante el sueño funciona un<br />
sistema explicativo, con tal rapidez, que suponiendo que el ruido<br />
imprevisto y brusco que ha despertado a medias al durmiente haya sido<br />
una llamada en alta voz, éste se lo explica perfectamente en sueños antes<br />
de que la persona que le despertaba le haya vuelto al mundo de la realidad.<br />
La sucesión de nuestras ideas es tan rápida y tan intuitiva durante el sueño,<br />
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