Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
magnetizando a un vaso de agua o a otro objeto, pueden impregnar su fluido de<br />
diferentes cualidades físicas o químicas. El magnetismo es aquí inútil pues es el<br />
pensamiento el que obra sobre el cerebro, y no el objeto.<br />
Me dan un libro: Robinsón Crusoe; le abro, y veo un grabado que representa a<br />
Robinsón en una canoa. Lazarina, cuando le pregunto qué estoy haciendo, responde:<br />
«Tiene usted un libro, pero no lee, sino que mira una estampa en la que hay un barco<br />
y un hombre dentro.»<br />
Le digo que me describa el mueblaje de una habitación que no conoce, y me indica<br />
<strong>los</strong> muebles a medida que yo pienso en el<strong>los</strong>.<br />
No he observado en mi criada la transposición de <strong>los</strong> sentidos. Se le aplicaron en el<br />
epigastrio diversos objetos y si yo <strong>los</strong> conocía, ella <strong>los</strong> indicaba; si yo ignoraba cuáles<br />
eran, ella no podía nombrar<strong>los</strong>.<br />
Era, pues, una transmisión del pensamiento lo que allí se verificaba. Es posible que<br />
ocurra esto mismo en muchos casos que se atribuyen a la transposición de <strong>los</strong><br />
sentidos.<br />
El doctor Texte ha hecho constar, muchas veces, que la sonámbula puede<br />
seguir el pensamiento del magnetizador.<br />
Mlle. Diana, dice, seguía una conversación en la cual yo no hablaba más que<br />
mentalmente, y de este modo respondía a mis preguntas.<br />
Cita después un experimento notable, en el cual la sugestión mental se manifiesta<br />
como una alucinación.<br />
Imaginé un día a mi alrededor una barrera de madera y sin decir nada, hice caer en<br />
sonambulismo á Mlle. H..., joven muy nerviosa, y le rogué que me trajese mis libros.<br />
Llegada al sitio en que yo había imaginado la barrera, se detuvo y dijo que no podía<br />
seguir.<br />
«Qué singular idea la de poner aquí estas tablas», dijo.<br />
La cogí de la mano para que pasara, y sus pies permanecieron quietos mientras su<br />
cuerpo avanzaba, al mismo tiempo que la joven se quejaba de que el obstáculo le<br />
oprimía el estómago.<br />
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