Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
de <strong>los</strong> órganos del pensamiento, de su falla de costumbre de funcionar<br />
mucho tiempo, ya del cansancio de <strong>los</strong> sentidos que se agotan<br />
momentáneamente, no envían ya sensaciones al cerebro y no proporcionan<br />
al espíritu elementos de actividad. De la primera de esas causas resulta el<br />
sueño, al cual nos ha conducido una somnolencia previa. El espíritu<br />
produce gradualmente el sueño a medida que le prescinde de la atención.<br />
Por esto ciertas personas poco acostumbradas a la meditación o a la<br />
atención puramente mental, se duermen en cuanto quieren meditar o sólo<br />
leer. Por esto un discurso o un libro fastidiosos provocan el sueño; no<br />
estando la atención suficientemente provocada por el orador o por el<br />
interés del libro, se retira y el sueño no tarda en apoderarse de nosotros.<br />
En ese es lado de falta de atención, <strong>los</strong> sentidos no están aún dormidos; el<br />
oído oye, <strong>los</strong> miembros sienten lo que está en contacto con el<strong>los</strong>, el olfato<br />
percibe <strong>los</strong> olores, pero su aptitud para transmitir la sensación no es tan<br />
viva como en el estado de vigilia. El espíritu cesa de tener una idea clara<br />
del yo, se vuelve pasivo en cierto modo y permanece entero en <strong>los</strong> objetos<br />
que le impresionan. Percibe, ve y oye, pero sin saber que oye, que ve, ni<br />
que percibe. Existe en esto una maquinaria mental de una naturaleza muy<br />
particular y semejante en todo a la del desvarío.<br />
Pero en cuanto la atención se restablece, la conciencia recobra sus<br />
derechos. Se puede, pues, decir con razón que en el estado intermedio<br />
entre la vigilia y el sueño el espíritu es juguete de las imágenes provocadas<br />
por la imaginación, las cuales le llenan por completo, le llevan a donde<br />
ellas van, le ponen como fuera de sí, sin permitirle en aquel momento<br />
reflexionar sobre lo que hace, aunque, en seguida vuelto en sí, pueda<br />
recordar perfectamente lo que ha experimentado.<br />
Una vez, bajo el imperio del hambre producida por una dieta impuesta por<br />
el médico, M. Maury vio, en el estado intermedio entre el sueño y la<br />
vigilia, un plato con un manjar del que tomaba una mano armada de<br />
tenedor. Dormido unos minutos después, se encontró sentado a una mesa<br />
muy bien servida y oyó el ruido de <strong>los</strong> tenedores de <strong>los</strong> convidados.<br />
Cuando se entra en el sueño surgen algunas veces en la cabeza palabras y<br />
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