Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
hombres sencil<strong>los</strong>, tranqui<strong>los</strong>, no desprovistos, sin embargo, de vanidad,<br />
que niegan cándidamente las cosas inexploradas y pretenden juzgar, la<br />
insondable organización del universo, como si dos hormigas hablasen en<br />
un jardín de la historia de Francia o de la distancia del sol.<br />
Recorramos la historia para edificarnos con algunos ejemp<strong>los</strong>.<br />
La escuela de Pitágoras, libre de las ideas comunes sobre la naturaleza, se<br />
había elevado a la noción del movimiento diario de nuestro planeta, que<br />
evita al cielo inmenso y sin límites la obligación absurda de dar la vuelta<br />
en veinticuatro horas alrededor de un punto insignificante. Se comprende<br />
que el sufragio universal se subleve contra esa idea genial: no se puede<br />
pedir a un elefante que remonte el vuelo hasta el nido de las águilas. Pero<br />
la fuerza de <strong>los</strong> prejuicios vulgares es tan grande, que hasta a las<br />
inteligencias superiores les fue imposible elevarse a aquella concepción,<br />
como les sucedió al mismo Platón y á Arquímedes, dos brillantes espíritus,<br />
y a <strong>los</strong> mismos astrónomos Hiparco y Ptolomeo. Éste no pudo menos de<br />
reír a carcajadas de semejante cuento de viejas, y calificó la teoría del<br />
movimiento de la tierra de «completamente ridícula» La expresión es<br />
enteramente pintoresca. ¡Parece que se ve el vientre de un buen canónigo<br />
agitarse a impulsos de la risa ante una broma de tal calibre, panu<br />
gueloiotaton. ¡Dioses! ¡Cosa más chusca! ¡La Tierra dando vueltas! <strong>Lo</strong>s<br />
pitagóricos están chiflados; lo que da vueltas es su cabeza.<br />
Sócrates bebe la cicuta por haberse libertado de las supersticiones de su<br />
tiempo. Anaxágoras es perseguido por haberse atrevido a enseñar que el<br />
sol era más grande que el Peloponeso. Dos mil años después se persigue<br />
también a Galileo por afirmar la grandeza del sistema del universo y la<br />
insignificancia de nuestro planeta. La investigación de la verdad no avanza<br />
sino a pasos lentos, pero las pasiones humanas y <strong>los</strong> ciegos y dominantes<br />
intereses son siempre <strong>los</strong> mismos.<br />
Y las dudas siguen toda vía a pesar de las pruebas acumuladas por toda la<br />
astronomía moderna. En todas las bibliotecas existe una obra publicada en<br />
1806 expresamente contra el movimiento de la tierra y en la que e1 autor<br />
declara que jamás admitirá que él está dando vueltas como un pollo en el<br />
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