Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
Á estas palabras, él se levantó, pasó de nuevo sobre <strong>los</strong> pies de Claudina y<br />
volviéndose, desapareció por la puerta que conducía al salón.<br />
Mme Obalechef despertó a su marido, el cual cogió una bujía y examinó toda la casa<br />
sin hallar nada anormal. La señora tuvo entonces la convicción de que su cuñado, que<br />
habitaba entonces en Tver, acababa de morir, y en efecto, el suceso se había<br />
verificado precisamente el 17 de enero dc 1861, a las once de la noche.<br />
Como confirmación de este relato existe el testimonio escrito de la viuda de M.<br />
Nilovitch, 1a cual certifica que las cosas sucedieron de ese modo y que la bata<br />
descrita por su hermana era idéntica a la que M. Nilovitch se mandó hacer unos días<br />
antes de su muerte y con la cual murió.<br />
LXXXI. - En septiembre de 1857, el capitán Wheatcrofl, del 6° regimiento inglés de<br />
<strong>los</strong> dragones de la guardia partió para las Indias á fin de incorporarse a su regimiento:<br />
Su mujer permaneció en Inglaterra, en Cambridge. En la noche del 14 a 15 de<br />
noviembre, a la madrugada, soñó que veía ansioso y enfermo a su marido e<br />
inmediatamente se despertó con el espíritu muy agitado. Hacía una magnífica luna y<br />
al abrir <strong>los</strong> ojos vio de nuevo a su marido en pie al lado de la cama. Estaba de<br />
uniforme, con las manos apretadas contra el pecho, <strong>los</strong> cabel<strong>los</strong> en desorden y el<br />
semblante pálido. La miraba fijamente con sus grandes ojos negros y tema la boca<br />
contraída. Le vio con todas las particularidades de su ropa, tan distintamente como<br />
nunca le había visto en su vida, y recuerda haber observado entre sus dos manos la<br />
blancura de la camisa, que sin embargo, no estaba manchada de sangre. Su cuerpo<br />
parecía inclinarse con expresión de sufrimiento y se esforzaba por hablar, pero no se<br />
oía ningún sonido. La aparición duró un minuto aproximadamente y desapareció. La<br />
primera idea de Mme Wheateroft fue convencerse de que estaba bien despierta. Se<br />
frotó <strong>los</strong> ojos con la sábana. Su sobrinito estaba en la cama con ella y se oía su<br />
respiración. Es inútil decir que ella no durmió ya aquella noche.<br />
Por la mañana contó todo esto a su madre y expresó la convicción de que su marido<br />
había muerto o estaba gravemente herido, aunque no había visto sangre en la camisa.<br />
Tan impresionada quedó por aquella o aparición, que desde este momento rehusó<br />
todas las invitaciones. Una amiga la invitó algún tiempo después para que asistiese a<br />
un concierto a fin de que luciese un hermoso traje que su marido le habla enviado de<br />
Malta y que aún no se había puesto, pero ella se negó de un modo absoluto<br />
declarando que no sabía si era viuda y que no asistiría a ninguna diversión hasta que<br />
hubiera recibido cartas de su marido posteriores a1 15 de noviembre.<br />
En el mes de diciembre se publicó en <strong>Lo</strong>ndres un telegrama anunciando la muerte del<br />
capitán dándola como ocurrida e1 15 de noviembre delante de Luknow.<br />
100