Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
enferma, acababa de morir. ¿Por qué, se pregunta, el azar, que produce<br />
tantos encuentros extraordinarios, no ha de haber sido causa de esa imagen<br />
alucinadora?<br />
«Á decir verdad, el argumento me parece detestable y más fácil de<br />
combatir que el de una observación incompleta insuficiente. Pero ocurre<br />
que esa fútil objeción es la que más comúnmente se produce. Se dice:<br />
«Es una alucinación. Conformes. Pero si esa alucinación ha coincidido con<br />
tal hecho real, es por una coincidencia fortuita y no porque haya entre ella<br />
y el hecho una relación de causa a efecto.<br />
«El azar es un dios muy cómodo y que se puede invocar en <strong>los</strong> casos<br />
embarazosos. Aquí, sin embargo, no tiene nada que hacer. Supongamos<br />
que M. Bard ha tenido en <strong>los</strong> sesenta y dos años de su vida una sola<br />
alucinación, lo que supone cada día 1/22.000 de probabilidad de tener una<br />
alucinación. Admitiendo que la coincidencia entre la hora de la muerte de<br />
Mme de Freville y la de la alucinación sea exacta, resulta, a razón de<br />
cuarenta y ocho medias horas al día, una probabilidad de cerca de una<br />
millonésima.<br />
«Pero hay más aún. M, Bard hubiera podido, en efecto, tener otras<br />
alucinaciones, pues conoce cien personas además de Mme Freville. La<br />
probabilidad, pues, de ver en dicho día y a aquella hora á Mme Freville en<br />
vez de cualquiera otra, es aproximadamente de 1/100.000.000.<br />
«Si tomo cuatro casos análogos y <strong>los</strong> reúno, la probabilidad de tener esas<br />
cuatro coincidencias, no es ya de una cien millonésima, sino una fracción<br />
cuyo numerador sería 1 y cuyo denominador tendría treinta y seis ceros,<br />
número absurdo que ninguna inteligencia humana puede comprender y que<br />
equivale a la certeza absoluta.<br />
«Dejemos, pues, a un lado la hipótesis del azar. No hay azar en esas<br />
condiciones. Si se insistiera, opondríamos la conocida comparación de las<br />
letras del alfabeto tiradas al alto. Nadie va a suponer que las letras, al caer,<br />
podrían formar la iliada entera.<br />
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