Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
que nos explica la visión de Mahoma, el cual tuvo tiempo de subir hasta el<br />
séptimo cielo antes de que el jarro de agua volcado al principio de su<br />
éxtasis se hubiese vaciado por completo.<br />
Pero no nos ocupamos aquí del sueño ni de <strong>los</strong> ensueños, que serán objeto<br />
de otro estudio especial.<br />
Limitémonos a las alucinaciones.<br />
Existe un fenómeno experimentado por gran número de personas y del<br />
cual he hablado varias veces con Alfredo Maury; fenómeno que arroja<br />
mucha luz sobre el modo de producirse <strong>los</strong> sueños: las alucinaciones que<br />
preceden al sueño o acompañan al despertar. Esas imágenes, esas<br />
sensaciones fantásticas se producen en el momento en que el sueño nos<br />
invade o cuando estamos aun imperfectamente despiertos, y constituyen un<br />
género separado de las alucinaciones a las cuales conviene el epíteto de<br />
hipnagógicas, derivado de las dos palabras griegas sueño, y conductor,<br />
cuya reunión indica el momento en que la alucinación se manifiesta de<br />
ordinario.<br />
Las personas que experimentan con más frecuencia esas alucinaciones<br />
hipnagógicas son de una constitución fácilmente excitable y predispuestas<br />
por lo general a la hipertrofia del corazón, a la pericarditis y a las<br />
afecciones cerebrales. Alfredo Maury lo ha confirmado así con su propia<br />
experiencia.<br />
«Mis alucinaciones, escribe, son más numerosas y, sobre todo, más vivas<br />
cuando estoy predispuesto a la congestión cerebral, lo que es en mí<br />
bastante frecuente. Cuando padezco de cefalalgia, de dolores nerviosos en<br />
<strong>los</strong> ojos, en las orejas o en la nariz, o de opresiones en el cerebro, las<br />
alucinaciones me asedian en cuanto cierro <strong>los</strong> ojos. Así me explico por qué<br />
he tenido siempre alucinaciones cuando he pasado la noche de viaje, pues<br />
la falta de sueño y el sueño imperfecto me producen siempre dolores de<br />
cabeza. Un primo mío, Gustavo L..., que experimentaba las mismas<br />
alucinaciones, ha hecho en sí mismo observaciones análogas. «Cuando me<br />
he entregado por la noche a un trabajo exagerado, las alucinaciones no<br />
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