Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
Durante mi estancia en Alemania oí distintamente a mi padre llamarme por mi<br />
nombre y supe que me estaba escribiendo en ese mismo momento.<br />
181<br />
MADELEINE FONTAINE,<br />
Colegio de Mlle. Bertrand (Calais).<br />
XIII. - Un día tuve un presentimiento que, aunque difiere en sus circunstancias de <strong>los</strong><br />
fenómenos que usted estudia, pertenece acaso al mismo orden.<br />
Yendo una mañana al hospital Lariboisiere, en el que era externo, tuve la idea de que<br />
iba a encontrarme en la puerta del hospital á M. P... á quien había visto una vez ocho<br />
meses antes en casa de un amigo y en el que desde entonces no había vuelto a pensar.<br />
Este señor pensé que había ido a visitar a un cirujano de Lariboisiere.<br />
No me había engañado mucho. En la puerta del hospital vi á M. P... que venía a ver,<br />
no al cirujano en cuestión, sino al jefe de la sala de partos.<br />
Nótese que yo había tenido el presentimiento en el boulevard Magenta, esquina a la<br />
calle de Saint-Quentin, y que M. P... estaba parado junto a la puerta del hospital hacía<br />
veinte minutos, según me dijo, sin que yo le hablase de mi presentimiento.<br />
Debo añadir que no siendo supersticioso y sí muy escéptico, he buscado una<br />
explicación física de este hecho y no la he encontrado.<br />
G. MESLAY,<br />
Estudiante de medicina, 27, calle de I´Entrepôt.<br />
XIV. - Una joven amiga mía que vivía en París estando yo en una provincia, fue<br />
atacada por una enfermedad que la puso a la muerte en pocos días. Sin saber nada,<br />
tuve en aquel momento un sueño en el que yo asistía al casamiento de aquella amiga<br />
y veía a todo el mundo, parientes y amigos, vestidos de negro y llorando á lágrima<br />
viva. La impresión fue tan dolorosa que me desperté. Quince días después, supe el<br />
peligro a que había escapado aquella persona.<br />
Me sucede también con frecuencia pensar sin motivo aparente en una persona que ha<br />
pensado también en mí, puesto que recibo una carta suya que nada hacía necesaria.<br />
Esto pasa con tal frecuencia que espero siempre noticias de las personas en quienes<br />
he pensado involuntariamente. El hecho, sin embargo, tiene excepciones.