Lo Desconocido y los Problemas Psíquicos - Luz Espiritual
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LO DESCONOCIDO Y LOS PROBLEMAS PSÍQUICOS por CAMILLE FLAMMARION ‐ http://www.espiritismo.es<br />
La alucinación es un sueño en la vigilia. <strong>Lo</strong>s sueños también producen<br />
alucinaciones que ofrecen algunas veces <strong>los</strong> caracteres de la vida real.<br />
Las alucinaciones y las excentricidades de la locura son tan numerosas, tan<br />
variadas y tan conocidas que sería superfluo enumeradas. Las obras de<br />
medicina sobre las enfermedades mentales están llenas de esos ejemp<strong>los</strong> y<br />
todo el mundo puede conocer<strong>los</strong>. Además no tienen nada de común con <strong>los</strong><br />
hechos que nos ocupan. Escojamos, más bien, casos bien observados y<br />
bien descritos por <strong>los</strong> protagonistas mismos. Tomamos el siguiente de la<br />
obra del doctor Ferriar, de Manchéster, que le copió del autor Nicolai, de<br />
Berlín. Es bastante antiguo, pero muy típico.<br />
Durante <strong>los</strong> últimos meses del año 1890, cuenta este académico, tenía yo penas que<br />
me habían afectado profundamente. El doctor Delle, que tenía costumbre de<br />
sangrarme dos veces al año, no quiso en aquel sacarme sangre más que una vez. El<br />
24, de febrero de 1891, después de haber tenido un vivo altercado, vi de repente, a<br />
diez pasos de distancia, una cara de muerto. Pregunté a mi mujer y ella no la veía,<br />
pero mi pregunta le alarmó y envió a buscar un médico. La aparición duró diez<br />
minutos. Á las cuatro de la tarde se reprodujo la visión estando solo, y atormentado<br />
por aquel accidente, me fui al cuarto de mi mujer y la visión me siguió. Á las diez<br />
distinguí muchas cosas que no tenían relación con la primera.<br />
Cuando pasó la primera emoción, miré <strong>los</strong> fantasmas como lo que eran realmente,<br />
como consecuencias de una indisposición. Penetrado por esta idea, <strong>los</strong> observé con el<br />
mayor cuidado, buscando por qué asociación de ideas se presentaban a mi<br />
imaginación esas formas, y no pude hallar una relación entre ellas y mis ocupaciones,<br />
mis pensamientos y mis trabajos. Al día siguiente, la cara de muerto desapareció y<br />
fue reemplazada por otras de amigos y otras veces de extraños, entre las cuales no<br />
figuraban nunca las de las personas más allegadas, sino otras de gente que habitaba<br />
más o menos lejos. Traté de reproducir á voluntad las personas de mi conocimiento<br />
por una objetividad intensa de su imagen, pero aunque las veía distintamente en mi<br />
pensamiento, no pude conseguir exteriorizar la imagen interior, aun habiéndolas visto<br />
anteriormente de este modo. Mi disposición de espíritu me permitía no confundir esas<br />
falsas percepciones con la realidad.<br />
Esas visiones eran tan claras y distintas en la soledad como estando acompañado, en<br />
mi casa que en la calle, de día que de noche. Cuando cerraba <strong>los</strong> ojos, desaparecían<br />
algunas veces, aunque había casos en que eran visibles, pero en cuanto <strong>los</strong> abría<br />
volvían a aparecer. En general, aquellas caras de hombres y de mujeres, no parecían<br />
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