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Las Ultimas Treinta Vidas De Alcione (C. W. Leadbeater)

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comerciado su padre. Confió a este hombre la marcha de los negocios, y andando el tiempo le dio<br />

participación en ellos. Era Mizar hombre de trato afable, de índole no precisamente devota, aunque<br />

consideraba la religión como importante factor de la vida social y dotó liberalmente varios templos. El<br />

relato al pormenor de la última parte de su vida no sería otra cosa que la enumeración de las varias<br />

empresas por él llevadas a cabo y los distintos empleos públicos que desempeñó sucesivamente, pero esto<br />

poco añadiría a nuestro propósito. Baste decir que no obstante la brillantez de su carrera política tuvo muy<br />

pocos enemigos, y que su habilidad en el trato de gentes le sirvió de valiosa preparación al papel que<br />

había de desempeñar en el porvenir. Murió querido y llorado de todos el año 293 a los 71 de su edad.<br />

PERSONAJES DRAMÁTICOS<br />

Mizar Lucio Fabio Cóculo. Padre: Cayo Fabio Léntulo (Senador Romano). Madre: Glauco.<br />

Hermano: Telémaco. Hermana: Soma.<br />

Glauco Padre: Ifigenia.<br />

VIDA II<br />

No tenemos tiempo más que para echar una rápida ojeada a esta última vida de Mizar, aunque<br />

mucho hay en ella que requeriría detenida investigación. Nació esta vez en la ciudad llamada Kanchi, hoy<br />

Conjiveram, en el sur de la India, el año 1070 después de J. C., precisamente cuando el rey Kulottunga<br />

acababa de subir al trono. Fue su padre Telémaco, estadista valido del monarca, y su madre fue Soma.<br />

Tuvo muy dichosa niñez, pues sus padres le amaban hasta el extremo de preferir el bienestar del hijo a sus<br />

propias conveniencias. Creció en el ambiente de la corte, no por cierto el mejor para su carácter tan<br />

receptivo; pero los padres sobresalían por su intachable honradez y probidad entre aquella turba de<br />

intrigantes, y siempre recibió la pura influencia del hogar doméstico. El más íntimo amigo de Mizar,<br />

mientras asistió a la escuela, fue Glauco, hijo de Ifigenia, reyezuelo vecino casi independiente, aunque<br />

nominalmente vasallo del rey Kulottunga.<br />

Los dos amigos fueron inseparables hasta que los distanció una cuestión religiosa, no por disputarse<br />

sobre ella, sino porque Glauco se afilió a los prosélitos de un nuevo predicador llamado Râmânujâchârya,<br />

mientras que Mizar, sin dejar de sentir por él profundo respeto y reverencia, no quiso separarse del culto<br />

saivita en que le habían educado. Durante mucho tiempo esta discrepancia religiosa no turbó las<br />

relaciones entre ambos amigos; pero el rey Kulottunga, por consejo de sus sacerdotes familiares, se<br />

mostró violentamente hostil contra Râmânujâchârya, quien creyó prudente retirarse a Srirangam, adonde<br />

le siguió Glauco, con lo que por vez primera se separaron los dos amigos.<br />

Mizar heredó el talento político de su padre y tuvo altos cargos palatinos durante el reinado de<br />

Kulottunga y de su hijo Vikrama Chola que le sucedió en el trono el año 1118. Hubo de seguir Mizar<br />

delicadas negociaciones con Wijayobabu, rey de Ceilán, quien sostenía a la sazón empeñada guerra<br />

contra los tamiles que habían invadido el país, y a quienes por último logró rechazar a sus tierras. Mizar<br />

obtuvo éxito completo en las negociaciones, que le dieron mucha fama, aparte de la recompensa debida a<br />

su sagacidad. Casó en edad ya madura con mujer de carácter apacible y de excelentes prendas, de quien<br />

tuvo seis hijos, para quien fue amantísima madre. Ni ésta ni ellos entran en el número de nuestros<br />

personajes dramáticos.<br />

Murió Mizar el año 1148 a edad avanzada, habiendo permanecido al fin de su vida retirado de los<br />

negocios públicos, aunque aconsejaba a su sucesor en casos difíciles.<br />

Estas dos vidas, empleadas en la administración pública, pueden considerarse como necesaria y<br />

provechosa preparación a la más importante tarea que parece estarle reservada en su presente existencia.<br />

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