HABLA EL ANTIGUO TESTAMENTO - OpenDrive
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Reyes davídicos<br />
Durante un siglo Judá había sobrevivido a la expansión premiada con el éxito del Imperio<br />
Asirio. Desde que Acaz había perdido el derecho a la libertad de Judá por un tratado llevado a<br />
cabo con Tiglat-pileser III, este pequeño reino soportó crisis tras crisis como vasallo de cinco<br />
gobernantes más de Asiría. Tratados, maniobras diplomáticas, resistencia, y la intervención<br />
sobrenatural tuvieron una vital influencia en la continuación de la existencia de un gobierno<br />
semiautónomo cuando los reyes, tanto malvados, como justos, ocuparon el trono davídico.<br />
Entonces, cuando Asiría estaba aflojando su garra sobre las esperanzas nacionalistas de Judá,<br />
dichas esperanzas surgieron una vez más durante las tres décadas del reinado de Josías. La<br />
brusca terminación de su liderazgo marcó el comienzo del fin para el Reino del Sur. Antes de<br />
que hubieran pasado 25 años, estas esperanzas empezaron a desvanecerse bajo el poder creciente<br />
del Imperio de Babilonia. En 586, a. C., las ruinas de Jerusalén fueron un recuerdo realista de la<br />
predicción de Isaías de que la dinastía davídica sucumbiría ante Babilonia.<br />
Josías —Época de optimismo<br />
A la temprana edad de ocho años, Josías fue repentinamente coronado rey, sucediendo a<br />
su padre, Amón. Tras un reinado de treinta y un años (640-609 a. C.) fue muerto en la batalla de<br />
Meguido. Las actividades de Josías (resumidas en II Reyes 22:1-23:30 y II Crón. 34:1-35:27),<br />
están principalmente limitadas a su reforma religiosa.<br />
La declinación de la influencia de Asiría en los últimos años de Asur-anipal, que murió<br />
aproximadamente por el 630 a. C., permitió a Judá tener ía oportunidad de extender su influencia<br />
sobre el territorio del norte. Es verosímil que los líderes políticos anticipasen la posibilidad de<br />
incluir las tribus del norte e incluso las fronteras del reino salomónico en el Reino del Sur. Con la<br />
caída de la ciudad asiría de Asur en manos de los medos en el 614 y la destrucción de Nínive en<br />
el 612 por las fuerzas aliadas de Media y Babilonia, los proyectos de Judá fueron así más<br />
favorables. Durante este período, lleno de intranquilidad política y de rebeliones en el Este, Judá<br />
ganó la completa libertad del vasallaje asirio, lo cual, naturalmente, causó el resurgir del<br />
nacionalismo.<br />
Con la idolatría infiltrada en el reino, los proyectos religiosos para el rey-niño, no fueron<br />
otra cosa que esperanzadores. Es dudoso si la reforma de Manases había penetrado en la masa<br />
del pueblo, especialmente si su cautiverio y penitente retorno ocurrió durante la última década de<br />
su reinado. Amón fue decididamente un malvado. Su reinado de dos años proporcionó el tiempo<br />
suficiente para que el pueblo revirtiese a la idolatría en la política y en la administración del<br />
reino. Es más probable que continuaron cuando su hijo de ocho años fue súbitamente elevado al<br />
trono. En este discurrir de franca apostasía, Judá no podía esperar otra cosa que el juicio divino,<br />
de acuerdo con las advertencias hechas por Isaías y otros profetas.<br />
Conforme Josías creía y se hacía hombre, reaccionó ante las pecadoras condiciones de su<br />
tiempo. A la edad de dieciseis años, se aferrró a la idea de Dios tomándolo en cuenta más bien<br />
que conformarse con las prácticas idolátricas. En cuatro años, su devoción a Dios cristalizó hasta<br />
el punto de que comenzó una reforma religiosa (628 a. C.). En el año décimo octavo de su<br />
reinado (622 a. C.), mientras que el templo estaba siendo reparado, fue recobrado el libro de la<br />
ley. Impulsado por la lectura de este "libro de la ley del Señor dada por Moisés" y advertido del<br />
juicio divino que pendía sobre él, hecho por Huida, la profetisa, Josías y su pueblo observaron la<br />
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