HABLA EL ANTIGUO TESTAMENTO - OpenDrive
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sus países de origen y a que restaurasen a los dioses en sus templos. 319 Los judíos, cuya ciudad<br />
capital y cuyo templo todavía yacían en, ruinas, se encontraron entre aquellos a quienes benefició<br />
la benevolencia de Ciro.<br />
En el 530 Ciro condujo su ejército hasta la frontera del norte. Mientras invadía el país<br />
existente más allá del río Araxes al oeste del Mar Caspio, fue mortalmente herido en la batalla.<br />
Cambises llevó el cuerpo de su padre a Pasargade, la capital de Persia, para darle un adecuado<br />
enterramiento.<br />
La tumba que Ciro había construido para sí mismo, se hallaba sobre una plataforma de<br />
una elevación de cinco mts., con seis escalones que conducían a un pavimento rectangular de 13<br />
por 15 mts. 320 Allí fue depositado en un sarcófago de oro descansando en una mortaja de oro<br />
labrado. Ornamentos adecuadamente elaborados, joyas costosas, una espada persa y tapices de<br />
Babilonia y otros lujosos adornos fueron cuidadosamente colocados en el lugar del eterno<br />
descanso del que había sido el creador de tan gran imperio. Rodeando el pavimento, existía un<br />
canal y más allá unos bellísimos jardines. Una guardia real montaba vigilancia cerca de su<br />
tumba. Cada mes se le sacrificaba un caballo al distinguido héroe. Dos siglos más tarde, cuando<br />
Alejandro Magno descubrió que los vándalos habían rapiñado la tumba, ordenó la restauración<br />
del cuerpo al igual que los demás tesoros. 321 Todavía hoy, la tumba vacía es testigo de la<br />
grandeza de Ciro, que ganó para Persia su imperio, aunque eventualmente fue saqueado el lugar<br />
de eterno descanso que el gran Ciro había preparado tan elaboradamente.<br />
Cambises 530-522 a. C.<br />
Cuando Ciro abandonó Babilonia en el 538 a. C., nombró a su hijo Cambises para<br />
representar al rey persa en las reales procesiones del día del Año Nuevo. Debidamente<br />
reconocido por Marduc, Nebo y Bel y reteniendo a los oficiales y dignatarios de Babilonia,<br />
Cambises quedó bien establecido en Babilonia con su cuartel general en Sippar.<br />
Con la súbita muerte de Ciro en el 530, Cambises se confirmó a sí mismo rey de Persia.<br />
Tras haber recibido el reconocimiento de varias provincias que su padre había sometido al poder<br />
del trono, Cambises volvió su atención a la conquista de Egipto, que todavía quedaba más allá de<br />
los lazos del imperio.<br />
Amasis hacía años que se había anticipado a los sueños imperialistas de Persia. En el 547<br />
pudo haber tenido una alianza con Creso. El también hizo amistades y buscó una coalición con<br />
los griegos.<br />
En su camino hacia Egipto, Cambises acampó en Gaza, donde adquirió camellos de los<br />
nabateanos 322 para la marcha de 88 kms. a través del desierto. Dos hombres que traicionaron a<br />
Amasis, se unieron al grupo del conquistador. Fanes, un jefe mercenario griego, desertó del<br />
faraón y proporcionó a Cambises una importante información militar. Polícrates de Samos<br />
rompió su alianza con Amasis para ayudar a Cambises con tropas griegas y con barcos.<br />
319 El cilindro de Ciro, en ibid., pp. 315-316. Aparentemente, Astiages de Persia, Creso de Lidia y<br />
Nabonidus de Babilonia, fueron bien tratados por Ciro. De acuerdo con Roben \Villiam Rogers, History oí<br />
Ancient Persia (New York, 1929), p. 49, Creso fue asignado a Barene en Media, donde le fue concedido<br />
un tributo y una asignación real en un estado serru-regio con una guardia de 5.000 hombres de<br />
caballería y una infantería de 10.000 hombres.<br />
320 Ver ibid., p. 69, para una bibliografía sobre la tumba de Ciro. La mejor discusión. de acuerdo con<br />
Rogers, está en Persia, Past and Present, por A. V. Williams Jackson, pp. 293.<br />
321 Arrian, Aiiabasis 6, 29, traducida por E. I. Robson. en Loeb Classical Library (1929-1933), II, 197.<br />
322 De acuerdo con Olmestead, op. cit., p. 88, ésta es la primera mención de los nabateanos. Ver.<br />
Herodoto, iii, 4 y ss.<br />
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