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HABLA EL ANTIGUO TESTAMENTO - OpenDrive

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no se enternecerá. Dios manda la espada para matar, los perros para destrozar las carnes, los<br />

pájaros y las bestias para devorar a Judá por sus pecados, porque su pueblo le ha rechazado a El,<br />

y despreciado sus bendiciones. Desolado y sobrecogido por la pena, Jeremías intenta una vez<br />

más tomar la tranquilidad en la palabra de Dios, siendo asegurado de la divina restauración y<br />

fortaleza para prevalecer contra toda oposición.<br />

El tiempo es raramente indicado en los mensajes profetices. La inminencia del juicio<br />

sobre Judá, sin embargo, está más bien claramente revelada (16:1 ss.). A Jeremías se le prohibe<br />

que se case. Si lo hiciera, expondría a su esposa y a sus hijos, de tenerlos, a las terribles<br />

condiciones de la invasión, el asedio, el hambre, la conquista y el cautiverio. La condenación de<br />

Judá está próxima y cierta. Dios ha retirado su paz, porque ellos le han desterrado de sus<br />

corazones, servido y adorado a ídolos y rehusado el obedecer Su ley. En consecuencia, Dios<br />

enviará cazadores y pescadores para buscar a todos los que sean culpables de forma que Judá<br />

conozca Su poder. Los pecados de Judá están inscritos con una punta de diamante y son públicamente<br />

visibles sobre los cuernos del altar de tal forma que no hay oportunidad de escapar a la<br />

tremenda irritación del Omnipotente. Una vez más, se perfilan los caminos de las bendiciones y<br />

de las maldiciones (17:5 ss.).<br />

En la alfarería, Jeremías aprende la lección de que Israel al igual que otras naciones, es<br />

como la arcilla en manos del alfarero (18). Como el alfarero puede descartar, remoldar o acabar<br />

con una vasija fallida, así Dios puede hacer lo mismo con Israel. La aplicación, es pertinente;<br />

Dios aporta su juicio por la desobediencia. Incitado por esta advertencia, el auditorio se<br />

confabula para librarse del mensajero.<br />

II. El profeta y los jefes 19:1-29:32<br />

Los sacerdotes y los ancianos—Jeremías es<br />

metido en prisión 19:1-20:18<br />

Sedequías conferencia con Jeremías 21:1-14<br />

Cautiverio para reyes y falsos profetas 22:1-24:10<br />

La copa de la ira para todas las naciones 25:1-38<br />

Ahicam salva a Jeremías del martirio 26:1-24<br />

Falsos profetas en Jerusalén y Babilonia 27:1-29:32<br />

En una dramática demostración ante una asamblea de ancianos y sa-erdotes en el valle de<br />

Hinom, Jeremías afirma valientemente que Jerusalén será destruida (19:1 ss.). 464 Rompiendo una<br />

vasija de barro, muestra el destino que aguarda a Judá. En consecuencia, Pasur, el sacerdote,<br />

golpea a Jeremías, y le confina a estar sujeto en el cepo de la puerta de Benjamín durante la<br />

noche. En una grave, pero normal reacción, Jeremías maldice el día en que nació (20) pero al fin<br />

resuelve su conflicto, comprobando que la palabra de Dios no puede ser confinada.<br />

La ocasión para el cambio de mensajes entre Sedequías y Jeremías (21) es el sitio de<br />

Jerusalén, que comenzó el 15 de enero del 588 a. C. 465 Con el ejército babilónico rodeando la<br />

ciudad, el rey se preocupa respecto a los proyectos de liberación. El está familiarizado con la<br />

historia de su nación, y sabe que en tiempos pasados Dios ha derrotado milagrosamente a los<br />

464 Este incidente está mejor fechado en los días de Joacim. Es dudoso que cualquier sacerdote hubiese<br />

encarcelado a Jeremías en los días de Josías. Ver comentarios por Laetsch y por Leslie como<br />

referencias.<br />

465 Aunque separan al menos 17 años los acontecimientos de los capítulos 20 y 21, Leslie sugiere que el<br />

relato en 21 alivia el duro tratamiento recibido por Jeremías en 20. Ver también Rudolph, op. cit., p. 116.<br />

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