HABLA EL ANTIGUO TESTAMENTO - OpenDrive
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Sedequías era el hijo más joven de Josías. Puesto que Joacim fue considerado con el<br />
heredero legítimo al trono de David, Sedequías fue considerado como un rey marioneta, sujeto a<br />
la soberanía babilónica. Tras una década de política débil y vacilante, Sedequías perdió el<br />
derecho al gobierno nacional de Judá. Jerusalén fue destruido en el 586.<br />
Jeremías continuó su fiel ministerio a través de los angustiosos años de aquel estado de<br />
guerra, de hambre y de destrucción. Habiendo sido dejado con los estamentos más bajos del<br />
pueblo en Jerusalén, Jeremías tuvo un apropiado mensaje para su auditorio basado en una visión<br />
de dos cestas de higos (Jer. 24). Los buenos higos representaban a los cautivos que habían sido<br />
llevados al destierro. Los malos, que ni siquiera podían ser comidos, eran las gentes que<br />
quedaron en Jerusalén. El cautiverio también les aguardaba a su debido tiempo. Carecían del<br />
suficiente orgullo para haber escapado.<br />
Jeremías escribió cartas a los exiliados de Babilonia, alentándoles a adaptarse a las<br />
condiciones del exilio. No podían esperar el retorno a Judá en setenta años (Jer. 25:11-12;<br />
29:10).<br />
Sedequías estuvo bajo la presión constantemente para unirse a los egipcios en una<br />
rebelión contra Babilonia. Cuando Samético II sucedió a Necao (594), Edom, Moab, Anión, y<br />
Fenicia se unieron a Egipto en una coalición anti-babilónica, creando una crisis en Judá. Con un<br />
yugo de madera alrededor del cuello, Jeremías anunció dramáticamente que Nabucodonosor era<br />
el siervo de Dios a quien las naciones deberían someterse de buena voluntad. Sedequías recibió<br />
la seguridad de que la sumisión al rey de Babilonia evitaría la destrucción de Jerusalén (Jer.<br />
27) 262 .<br />
La oposición a Jeremías crecía conforme los falsos profetas aconsejaban una rebelión.<br />
Incluso confundían a los cautivos diciéndoles que los tesoros del templo pronto serían devueltos.<br />
Contrariamente al consejo de Jeremías, aseguraban a los exiliados la pronta vuelta al hogar<br />
patrio. Un día, Hananías tomó el yugo de Jeremías, lo rompió y anunció públicamente que de la<br />
misma forma el yugo de Babilonia sería roto dentro de pasados dos años. Asombrado, Jeremías<br />
continuó su camino. Pronto volvió portador de un mensaje de Dios, Mostró un nuevo yugo, pero<br />
de hierro, en vez de madera, anunciando que las naciones caerían en las garras de<br />
Nabudoconosor donde no habría escape. Por lo que respecta a Hananías, Jeremías anunció que<br />
moriría antes de que finalizase aquel año, lo cual se cumplió. El funeral de<br />
Hananías fue la pública confirmación de que Jeremías era el verdadero mensajero de<br />
Dios.<br />
Aunque Sedequías sobrevivió a la primera crisis, ayudó a los planes agresivos para la<br />
rebelión en el 588, cuando el nuevo faraón de Egipto organizó una expedición hacia Asia. Con<br />
Amón y Judá en rebelión, Nabucodonosor rápidamente se estableció en Ribla, en Siria.<br />
Inmediatamente su ejército puso sitio a Jerusalén. Aunque Sedequías no quiso rendirse, como<br />
Jeremías le había aconsejado, intentó hacer lo mejor en busca de una solución favorable.<br />
Anunció la libertad de los esclavos, que en tiempo del hambre, eran ventajoso a sus dueños, al no<br />
tener que darle sus raciones. Cuando el asedio a Jerusalén fue súbitamente levantado, al dirigirse<br />
las fuerzas de Babilonia hacia Egipto, los dueños de los esclavos les reclamaron inmediatamente<br />
(Jer. 37). Jeremías entonces advirtió que los babilonios pronto reanudarían su asedio.<br />
Un día, mientras se dirigía a Anatot, Jeremías fue arrestado, apaleado y hecho prisionero<br />
con los cargos de que era partidario de Babilonia. Sedequías mandó llamarle y en una entrevista<br />
262 Nótese que al leer «Joacim» en el versículo I, está considerado como un error de ti .inscripción o del<br />
escoba. Los versículos 3 y 12 confirman la lectura de «Sedequías».<br />
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