HABLA EL ANTIGUO TESTAMENTO - OpenDrive
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mostró al pueblo diciéndole que de la misma forma Jehová aniquilaría el orgullo de Judá (Jer.<br />
13:1-11).<br />
En otra ocasión, Jeremías condujo a los sacerdotes y ancianos al valle del hijo de Hinom,<br />
donde se ofrecían sacrificios humanos. Destrozando una vasija sacrificial ante la multitud,<br />
Jeremías, valientemente, advirtió que Jerusalén sería roto en fragmentos por el propio Dios. Tan<br />
grande sería la destrucción que incluso aquel valle maldito sería utilizado como lugar de<br />
enterramiento. No es de extrañar que el sacerdote Pasur detuviese a Jeremías y lo tuviese<br />
encerrado por una noche (Jer. 19:1-20:18). Aunque desalentado, Jeremías fue advertido de la<br />
lección aprendida en la alfarería, de que Dios tendría que exponer a Judá a la cautividad con<br />
objeto de moldear la vasija deseada.<br />
El cuarto año de Joacim (605) fue un momento crucial para Jerusalén. En la decisiva<br />
batalla de Carquemis, a principios del verano, los egipcios fueron dispersados por los babilonios.<br />
Nabucodonosor había avanzado lo bastante lejos dentro de la Palestina del sur para reclamar<br />
tesoros y rehenes en Jerusalén, Daniel y sus amigos siendo los más notables entre los cautivos de<br />
Judá (Dan. 1:1). Aunque Joacim retuvo su trono, la vuelta de los babilonios a Siria en el 604, y a<br />
Asquelón en el 603, y un choque con Necao en las fronteras de Egipto, en el 601, frustraron<br />
cualquier intento de terminar con el vasallaje babilónico. Ya que este encuentro egipcio no fue<br />
decisivo, con ambos ejércitos en retirada con fuertes pérdidas, Joacim pudo haber tenido la<br />
oportunidad de retener el tributo. 261 Aunque Nabucodonosor no envió su ejército conquistador a<br />
Jerusalén durante varios años, incitó ataques sobre Judá por bandas de pillaje de caldeos<br />
apoyados por los moabitas, ammonitas y sirios. En el curso de este estado de guerra, el reinado<br />
de Joacim terminó bruscamente por la muerte, dejando una precaria política anti-babiló-nica a su<br />
joven hijo Joaquín.<br />
La forma en que Joacim encontró la muerte, no está registrada ni en el Libro de los Reyes<br />
ni en el de las Crónicas. El haber quemado los trozos del rollo de Jeremías precipitó el juicio<br />
divino contra Joacim, y su cuerpo quedó expuesto al calor del sol durante el día y a la escarcha<br />
durante la noche, indicando que no tendría un enterramiento real (Jer. 36:27-32). En otra ocasión,<br />
Jeremías predijo que Joacim tendría el enterramiento de un asno y que su cuerpo sería arrojado<br />
más allá de las puertas de Jerusalén (Jer. 22:18-19). Ya que no hay relato histórico de las<br />
circunstancias de la muerte de Joacim, ni siquiera se menciona su entierro, la conclusión es que<br />
este rey soberbio y desafiante de la ley de Dios, fue muerto en la batalla. En tiempo de guerra,<br />
resultaba imposible el proporcionarle un enterramiento honorable.<br />
Joacim, también conocido por Conías o Jeconías, permaneció solo por «es meses como<br />
rey de Jerusalén. En el 597 los ejércitos de Babilonia rodearon la ciudad. Dándose cuenta de que<br />
sería inútil toda resistencia, Joacim s e rindió a Nabucodonosor. Esta vez, el rey babilonio no se<br />
limitó a tomar unos cuantos prisioneros y exigir una seguridad verbal del tributo mediante la<br />
correspondiente alianza. Los babilonios despojaron el templo y los tesoros reales. Joacim y la<br />
reina madre fueron tomados también como prisioneros. Acompañándoles a su cautiverio de<br />
Babilonia, se encontraban los oficiales de palacio, los grandes cargos de la corte, artesanos y<br />
todos los líderes de la comunidad. Ni siquiera entre aquellos miles, estaba Ezequiel. Matanías,<br />
cuyo nombre cambió Nabucodonosor por el de Sedequías, quedó a cargo del pueblo que<br />
permaneció en Jerusalén.<br />
Sedequías 597-586 a. C.<br />
261<br />
D. J. Wisseman, Chronicles of Chaldean Kings (626-556 a. C.) in the British Museum pp.26-28<br />
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