HABLA EL ANTIGUO TESTAMENTO - OpenDrive
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organizar una resistencia. Sanbalat y Tobías, ayudados por los árabes, los amonitas y los<br />
asdoditas, hicieron planes para atacar a Jerusalén.<br />
Por aquel tiempo, la muralla se hallaba completada hasta la mitad de su altura. Nehemías<br />
no solo oró, sino que nombró guardias, día y noche. A todo lo largo de la parte más baja de la<br />
muralla, el deber de la guardia fue confiado a varias familias. Con la comprobación de que los<br />
enemigos estaban fracasados en su proyecto, por este eficiente y efectivo sistema de la guardia,<br />
los judíos reunieron sus esfuerzos para la construcción. Una mitad d el pueblo continuó con las<br />
reparaciones con, la espada dispuesta, mientras que la otra mitad permanecía en guardia<br />
permanente. Además de todo esto, al toque de la trompeta, todos los que estaban bajo órdenes se<br />
apresuraban a acudir inmediatamente al punto de peligro para resistir el ataque enemigo. No se<br />
permitió a ninguno de los trabajadores salir de Jerusalén. Trabajaron desde el amanecer hasta el<br />
crepúsculo y permanecían de guardia durante la noche.<br />
El esfuerzo intensivo para completar la reparación de las murallas, fue especialmente<br />
difícil para las clases más pobres del pueblo. Económicamente encontraron demasiado duro<br />
pagar tributos e impuestos, intereses, y socorrer a las familias mientras ayudaban a reconstruir las<br />
murallas. Algunos incluso se encararon con el propósito de hacer esclavos a sus hijos en lugar de<br />
aumentar sus deudas. Inmediatamente, Nehemías convocó una asamblea pública y exigió una<br />
promesa de los agresores de devolver al pueblo necesitado lo que les había sido tomado. Los<br />
pagos con intereses fueron cancelados. Como administrador el propio Nehemías dio el ejemplo.<br />
Dejó de percibir del pueblo sus derechos de gobierno en alimentos y en dinero durante los doce<br />
años de su primer período, como habían hecho sus antecesores. Además, 150 judíos y oficiales<br />
que visitaban Jerusalén fueron huéspedes de la mesa de Nehemías gratuitamente. Ni él ni sus<br />
sirvientes adquirieron hipotecas sobre la tierra por préstamos de dinero y grano, al ayudar al<br />
necesitado. En esta forma, Nehemías resolvió efectivamente la crisis económica durante los días<br />
cruciales de la reparación.<br />
Cuando los enemigos de los judíos oyeron que las murallas se hallaban casi completas a<br />
despecho de la oposición que habían ofrecido, esbozaron planes para embaucar a Nehemías.<br />
Cuatro veces, Sanbalat y Gesem le invitaron a encontrarse con ellos en uno de los poblados del<br />
valle del Ono. Sospechando sus malas intenciones, Nehemías declinó la invitación, dando la<br />
razonable excusa de que estaba demasiado ocupado. La quinta tentativa fue una carta abierta de<br />
Sanbalat, acusando a Nehemías con planes para la rebelión y de tener la personal ambición de ser<br />
rey. Con la advertencia de que esto podría ser informado al rey de Persia, Sanbalat urgió a Nehemías,<br />
para que se reuniera con ellos y discutir la cuestión. Nehemías valientemente replicó a tal<br />
amenaza acusando a Sanbalat de utilizar su imaginación. Al misino tiempo, elevó una oración a<br />
Dios para que reforzase su responsabilidad.<br />
El próximo paso de sus enemigos, fue reprochar a Nehemías ante su propio pueblo.<br />
Astutamente, Sanbalat y Tobías se valieron de un falso profeta, Semaías, para intimidar y<br />
engañar al gobernador judío. Cuando Nehemías tuvo ocasión de hablar con Semaías, que se<br />
había confinado en su residencia, el falso profeta sugirió que buscasen refugio en el templo, 389 y<br />
advirtió a Nehemías del complot que se había urdido para matarle. Enfáticamente Nehemías<br />
contestó: ¡No! En primer lugar, él no quería huir a ninguna parte. Por lo demás, no quería<br />
refugiarse en el templo. 390 Indudablemente, Nehemías previo que tal acto le expondría a una<br />
389 «El estaba encerrado» — Keil, Commentary, sobre Nehemías, 6:10 sugiere que Semaías se confinó a<br />
sí mismo en su casa, llamado por Nehemías, para inculcarle que se encontraba en tan grave peligro que<br />
no podía abandonar su hogar. De aquí su consejo de que ambos se refugiasen en el templo.<br />
390 La cuestión que Nehemías plantea en 6:11, es ambigua. ¿Iría realmente a salvar su vida yéndose al<br />
templo, o sería castigado con la pena de muerte, de acuerdo con Núm. 18:7. Ver Keil, Commentary<br />
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