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HABLA EL ANTIGUO TESTAMENTO - OpenDrive

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pascua en una forma sin precedentes en la historia de Judá. Aunque la Escritura guarda silencio<br />

respecto a las actividades específicas durante el resto de los trece años de su reinado, Josías<br />

continuó su piadosa regencia con la seguridad de que la paz prevalecería durante el resto de su<br />

vida (II Crón. 34:28).<br />

La reforma comenzó en el 628 y alcanzó su climax con la observancia de la pascua en el<br />

622 a. C. Puesto que ni el Libro de los Reyes ni el de las Crónicas proporcionan un detallado<br />

orden cronológico de los acontecimientos, muy bien puede ser que los sucesos sumarizados en<br />

dichos libros sagrados cuenten y puedan ser aplicados por la totalidad de este período. 250 Por esa<br />

época, era políticamente seguro para Josías el suprimir cualquier práctica religiosa que estuviese<br />

asociada con el vasallaje de Judá a Asiría.<br />

Se necesitaron drásticas medidas para suprimir la idolatría del país. Tras una estimación<br />

de doce años de las condiciones reinantes, Josías afirmó con valentía su real autoridad y abolió<br />

las prácticas paganas por todo Judá lo mismo que en las tribus del norte. Los altares de Baal<br />

fueron derribados, los asherim destruidos y los vasos sagrados aplicados al culto del ídolo, retirados.<br />

En el templo, donde las mujeres tejían colgaduras para Asera, se renovaron también los<br />

lugares del culto a la prostitución. Los caballos, que fueron dedicados al Sol, fueron quitados de<br />

la entrada del templo y 1 o8 carros destruidos por el fuego. La horrible práctica del sacrificio de los<br />

niños fue bruscamente abolida de raíz. Los altares erigidos por Manases en el atrio del templo<br />

fueron aplastados y los restos esparcidos por el valle del Cedrón. Incluso algunos de los "lugares<br />

altos" erigidos por Salomón y que tuvieron un uso corriente, fueron deshechos por Josías y<br />

borrados de su emplazamiento.<br />

Los sacerdotes dedicados al culto del ídolo fueron suprimidos de su oficio por real<br />

decreto, puesto que habían venido actuando por nombramiento de reyes anteriores. Al<br />

deponerlos, la quema de incienso a Baal, al sol, a la luna y a las estrellas cesó por completo.<br />

Josías aprovechó el valor de todo aquello en beneficio de los ingresos del templo.<br />

En Betel el altar que había sido erigido por Jeroboam I también fue desteñido por Josías.<br />

Por casi trescientos años éste había sido el "lugar alto" público para las prácticas idolátricas<br />

introducidas por el primer gobernante del Reino del Norte. Este altar fue pulverizado y la imagen<br />

de Asera, que probablemente había reemplazado al becerro de oro, fue quemada. 251 Cuando los<br />

huesos del adjunto cementerio fueron recogidos para la pública purificación de aquel "lugar<br />

alto", Josías compró la existencia del monumento al profeta de Judá que tan valientemente había<br />

denunciado a Jeroboam (I Reyes 13). Siendo informado que el hombre de Dios estaba enterrado<br />

allí, Josías ordenó que aquella tumba no fuese abierta.<br />

Por todas las ciudades de Samaría (en el Reino del Norte) la reforma estuvo a la orden del<br />

día. Los "lugares altos" fueron suprimidos y los sacerdotes fueron arrestados por su idolátrico<br />

ministerio.<br />

El constructivo aspecto de esta reforma llegó a su cima en la reparación del templo de<br />

Jerusalén. Con las contribuciones de Judá y de las tribus del norte, los levitas fueron encargados<br />

de la supervisión de tal proyecto. Desde los tiempos de Joás —dos siglos atrás— el templo había<br />

estado sujeto a largos períodos de descuido, especialmente durante el reinado de Manases.<br />

Cuando Hilcías, el sumo secerdote, comenzó a reunir fondos para la distribución a los<br />

trabajadores, encontró el libro de la ley. Hilcías lo entregó a Safan, secretario del rey. Lo<br />

examinó e inmediatamente lo leyó a Josías. El rey quedó terriblemente turbado cuando<br />

250 Ver C. F. Keil, en su comentario sobre II Crón. 34.<br />

251 Nótese el cumplimiento ck la predicción hecha por el profeta innominado de Judá, en I Reyes 13:1-3.<br />

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