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El desarrollo de la crisis global y el futuro de la moneda mundial<br />
En medio de esta ofensiva china surge la pregunta clave de si el renminbi alcanzará el mismo peso<br />
mundial que su economía e igualará –o superará– quizá al propio dólar. La respuesta depende de las<br />
pretensiones estratégicas de China (pocas veces tomadas en cuenta), del peso global y la evolución de<br />
su economía, y, en términos más específicos, de conceptos referidos a la moneda mundial.<br />
El enorme tamaño y las perspectivas de crecimiento de China obligan a pensar en que el renminbi<br />
a la larga se convertirá en moneda de reserva o moneda mundial. Así lo reafirma Harsha Vardanha<br />
Singh, director general adjunto de la Organización Mundial del Comercio (OMC), para quien “el<br />
yuan es la moneda más propensa a adquirir la condición de moneda de reserva en los años venideros”<br />
(Reuters, 04/10/2012).<br />
Esto pareciera ser bastante obvio al considerar que la economía china ya es la segunda en el mundo,<br />
pronta a desplazar a Estados Unidos, y es uno de los motores fundamentales del escaso crecimiento<br />
mundial actual. Pero no es tan así, ya que ciertos economistas insisten en que la potencia asiática<br />
está en retroceso y aproximándose al colapso. Paul Krugman (2011), por ejemplo, estima que China<br />
está en el centro de una burbuja que puede estallar en cualquier momento. Jayati Ghosh y C. P.<br />
Chandrasekhar (2011) comparten esta aseveración, pero lo hacen dentro de una visión más amplia<br />
de los peligros que enfrenta China. Estos autores creen que el gigante asiático vive ahora una situación<br />
muy similar a los Estados Unidos antes de la crisis de Lehman Brothers en septiembre de 2008.<br />
Además, consideran que las fuentes de la expansión económica china son frágiles y que dependen<br />
fundamentalmente de la eventual expansión de la demanda interna.<br />
Estas apreciaciones se suman a las ya realizadas por la revista The Economist y otros autores a comienzos<br />
de la década de los 2000. Sin embargo, todas ellos cometen el error de reducir la crisis, ya<br />
sea al ámbito financiero (y, con ello, la propia situación china) o a un simple desorden internacional,<br />
que en algún momento tendrá que volver al orden existente previo a su desenlace sustentado en<br />
el domino estadounidense y su moneda, razón por la cual ignoran completamente las dramáticas<br />
transformaciones que están ocurriendo en medio de esta profunda crisis global y que hacen imposible<br />
volver a ese supuesto orden anterior. Mientras tanto, la expansión de la economía china continúa<br />
superando de lejos tanto a la de Estados Unidos como a las economías europeas y de Japón 1 .<br />
Todavía más, según las proyecciones del FMI, con base en precios de paridad de poder de compra,<br />
China superará a Estados Unidos en 2017, para convertirse en la economía más grande del mundo.<br />
A precios de mercado, este punto de inflexión histórico ocurriría unos años más tarde, alrededor<br />
1 En efecto, en el año 2012 el PIB de China aumentó en $982 billones en comparación con $600<br />
billones para los Estados Unidos, equivalentes a un 7,8% y 2,2%, respectivamente. En una mirada<br />
de largo plazo, que abarca los últimos cinco años de crisis, la economía China ha crecido más de<br />
veinte veces más rápido que los Estados Unidos, mientras que las economías de la Unión Europea<br />
y Japón se han reducido. En dólares constantes, el PIB de China aumentó en 4,7 trillones de dólares<br />
y el de los Estados Unidos en 1,65 trillones de dólares. En la producción industrial, el cambio<br />
en igual lapso es aún más dramático. De acuerdo con los últimos datos disponibles, la UE estaría<br />
un 12% por debajo de su máximo antes de la crisis y Japón un 22%. En los cinco años hasta diciembre<br />
de 2012, la producción industrial estadounidense había caído en un 3%, pero la de China<br />
había aumentado en un impresionante 80%.<br />
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